La asociación de protección de la naturaleza, Adena, asegura en en comunicado que «hoy se ha confirmado la muerte de un lince ibérico en Andújar». La organización afirma que la causa de la muerte del animal hace dos semanas, se debe a que el lince «había ingerido veneno».
Estos hechos, serán denunciados ante los tribunales por Adena. «Ante los hechos, se abrirá un proceso penal contra el presunto responsable de colocar los cebos».
WWF/Adena y Ecologistas en Acción se presentarán como acusación particular en el proceso dada la gravedad del caso.»El uso de veneno es una práctica ilegal que puede tener efectos devastadores sobre las escasas poblaciones de esta especie en peligro de extinción».
Sustancia tóxica en la sangre
Hace apenas dos semanas se encontró en el término municipal de Andújar el cadáver de un ejemplar adulto de lince ibérico, una especie en grave peligro de extinción. Hoy «acaba de confirmarse que murió» por haber ingerido una sustancia tóxica llamada aldicarb. Ante estos hechos, va a iniciarse un proceso penal contra quien presuntamente colocó los cebos envenenados. WWF/Adena y Ecologistas en Acción se personarán como acusación particular, dada la gravedad del problema del veneno en España.
El lince, un macho adulto de cinco años radiomarcado, fue encontrado en las inmediaciones de un gallinero que había sido rodeado de cebos envenenados junto a una viña, en la carretera de La Alcaparrosa, una zona con presencia estable y reproductora de la especie. WWF/Adena y Ecologistas «tienen constancia» de que el lince envenado, frecuentaba desde hacía pocos meses los gallineros de la zona. «No hay que olvidar que, desde hace un tiempo, la Consejería de Medio Ambiente aplica un sistema de compensaciones económicas por los daños sufridos en los gallineros», afirma el colectivo.
Cebos instalados
Los cebos hallados en el entorno del gallinero, hace suponer a los ecologistas «de que hubo una clara intencionalidad. Por ello, WWF/Adena y Ecologistas en Acción entienden que el agresor no tiene ninguna justificación posible, ya que se trata de un envenenamiento premeditado contra una especie en Peligro Crítico de Extinción.
El uso de cebos envenenados es ilegal y está castigada en el código penal, por sus efectos en la Biodiversidad y en la salud pública. «Se trata de un auténtico atentado contra la naturaleza, pues el veneno es un arma ilegal, no selectiva y altamente peligrosa que se ha usado para eliminar depredadores y que acaba produciendo la muerte de especies protegidas», afirma Adena.
Según el informe de “El veneno en España” de WWF/Adena, entre 1990 y 2005, han muerto sólo en España unos 20.000 ejemplares de las cinco especies de rapaces más afectadas (buitre negro, alimoche, águila imperial ibérica, quebrantahuesos y milano real), junto a otras especies en peligro, como el oso pardo cantábrico.