Las tendencias mundiales hacia la estabilización de la población, la mitigación de la pobreza y la urbanización están reescribiendo el futuro de la conservación de la biodiversidad y ofreciendo nuevas esperanzas para la vida silvestre y las áreas naturales del mundo, sostiene una investigación publicada recientemente en la revista BioScience, del que se hace eco ONU Medio Ambiente.
Los autores sostienen que, por primera vez en la era moderna, las tendencias demográficas y económicas mundiales que han resultado en una destrucción del medio ambiente sin precedentes están creando las condiciones necesarias para un posible renacimiento de la vida silvestre.
Muchas personas piensan que la población de la Tierra siempre aumentará, pero los autores, tres expertos de la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS), con sede en Nueva York, señalan que la transición demográfica ya está en marcha, pues la tasa de crecimiento en la población mundial ha estado disminuyendo desde la década de 1960.
"Haciendo deducciones razonables a partir de los patrones actuales, podemos predecir que dentro de 100 años la Tierra podría estar habitada por entre 6.000 y 8.000 millones de personas, y muy pocas permanecerán en la pobreza extrema, la mayoría vivirá en pueblos y ciudades, y casi todas participarán en una economía de mercado interconectada e impulsada por la tecnología", concluyen los investigadores.
La buena urbanización es clave. Las ciudades llevan a las personas a tener familias más pequeñas y a aumentar sus ingresos, lo que implica que pueden optar por conservar la naturaleza a través de sus decisiones de compra y sus estilos de vida, apuntan los autores. En su opinión, si la sociedad toma las medidas correctas "dentro de nuestra generación o en la generación venidera", podría darse un retorno a lo silvestre en una proporción inimaginable para las generaciones anteriores de conservacionistas, aseguran los expertos.