Supone una señal de agradecimiento a los que tratan de preservar la vida y la integridad de los patrimonios y recursos naturales del fuego.
En diciembre de 1998, a raíz de un accidente ocurrido en el incendio Linton (Canadá), perdieron la vida cinco combatientes pertenecientes a una brigada forestal.
Ese hecho, que se suma a otros incidentes trágicos ocurridos durante la lucha contra los fuegos de bosques y campos a lo largo y ancho del mundo, fue el punto de partida para el inicio de un movimiento que, paulatinamente, se ha ido extendiendo por diversos países.
En primer término la "Country Fire Authority" (C.F.A.) y la Comunidad de Victoria adoptaron el uso de una cinta roja como símbolo de reconocimiento y respeto hacia los combatientes forestales muertos y hacia sus familias.
Esta novedad fue difundida a través de Internet, y la comunidad internacional reaccionó rápidamente. Brigadas de otros países, principalmente de los E.E.U.U. convinieron en principio en adoptar también la cinta roja para simbolizar la profesión de combatiente forestal.