El alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, anunció que los automóviles no volverán a pisar el pulmón verde de Nueva York, si bien en la actualidad ya tenían restringido el acceso y solo podían circular a determinadas horas, los días entre semana y en algunos carriles.
“Este parque no se construyó para los automóviles. Se construyó para la gente”, dijo De Blasio, y añadió: “Gente andando, gente en bicicleta (…) De eso va a ir este parque a partir de ahora”.
En 2015, De Blasio ya impuso nuevos límites a los vehículos, impidiéndoles que circularan al norte de la calle 72, continuando con la política de restricciones graduales de sus antecesores, que poco a poco redujeron el límite de velocidad, el tamaño de los vehículos que podían acceder o las horas en las que debían circular.
Así se logró reducir notablemente el tráfico, que pasó de los 2.500 coches por hora en 1991 a los 850 actuales, informó el portal “NYC Streets Blog”.
Esperando este día 26 años
El principal activista para la prohibición de los vehículos en Central Park, Ken Coughlin, aseguró a “NYC Streets Blog” que la noticia le había dejado “sin palabras”, ya que llevaba “esperando este día desde hace 26 años”.
Coughlin es el líder de un movimiento vecinal que lleva activo desde hace más de medio siglo, y que ha organizado marchas en Central Park pidiendo un parque “libre de coches”. A principios de año, la ciudad ya prohibió los automóviles en Prospect Park, el mayor parque de Brooklyn.