Coste elevado

No actuar contra el cambio climático tiene un coste elevado, tanto para la salud como para la economía mundial. Así lo refleja un estudio publicado en la revista The Lancet Planetary Health que demuestra cómo la inversión necesaria para implementar el Acuerdo de París sería ampliamente rentabilizada por los ahorros en los sistemas sanitarios globales. Las estimaciones indican que la reducción de gasto que se lograría mitigando el calentamiento global y la contaminación atmosférica -y con ella los fallecimientos por enfermedades respiratorias- podría ser hasta 2,5 veces superior al coste requerido.

«Es un dato más elevado de lo que se había previsto, de acuerdo a trabajos previos», señala Mikel Gónzalez-Eguino, investigador del Centro Vasco para el Cambio Climático (BC3) y coautor del trabajo. El compromiso alcanzado en París en 2015 estableció los objetivos para limitar el calentamiento del planeta «muy por debajo» de 2°C respecto a niveles preindustriales y, si es posible, no superior a 1,5°C. En este estudio, los autores combinan una serie de modelos estimando niveles de emisión, muertes relacionadas con la contaminación atmosférica y sus respectivos gastos, comparados con los costes de mitigación necesarios para frenar el cambio climático.

Tres escenarios

Los investigadores han trabajado con tres escenarios diferentes: los dos planteados en París (aumentos de 1,5°C y 2°C) y un tercero que mantenga las políticas actuales. En conjunto, los costes de la aplicación del acuerdo sobre el clima oscilarían entre un 0,5 y un 1% del PIB mundial para alcanzar el objetivo de 2°C y de entre un 1 y un 1,3% para el de 1,5°C. De alcanzarse las metas fijadas, entre 2020 y 2050, se estima que se lograría un formidable descenso de fallecimientos relacionados con la contaminación: entre un 21 y un 27% menos con el primero (lo que equivale a entre 101 y 93 millones de muertes) y entre un 28 y un 32% si se cumple el segundo (entre 92 y 87 millones).

Políticas «miopes y unilaterales»

«Esperamos que los grandes beneficios para la salud que hemos estimado en estos escenarios diferentes puedan ayudar a los responsables políticos a avanzar hacia la adopción de políticas y medidas climáticas más ambiciosas para reducir la contaminación atmosférica», afirma el profesor Anil Markandya, autor principal del artículo, «y a considerar cómo se debe compartir la carga de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y las enfermedades relacionadas con la contaminación atmosférica».

El trabajo contradice con datos los argumentos esgrimidos en contra del Acuerdo de París por el presidente estadounidense Donald Trump, al anunciar que sacaría al país de este compromiso. Los autores señalan que las políticas en contra del cambio climático y el control de la contaminación se basan en cálculos «miopes y unilaterales» que consideran sólo los costes «tangibles, concretos y relativamente fáciles de contar».

La mala calidad del aire es la principal causa ambiental de muerte prematura en todo el mundo, responsable de alrededor de siete millones de víctimas al año. A finales del año pasado, otro informe realizado por una comisión de expertos de Lancet sobre contaminación y salud señalaba que el calentamiento global causado por el hombre «amenaza con socavar los últimos 50 años de avances en salud pública» y reclamaba un enfoque integral como «gran oportunidad de salud del siglo XXI».

India y China, los más beneficiados

Bajo todos los escenarios propuestos por los investigadores del instituto vasco los países que verían mayores beneficios por la mitigación del cambio climático son India y China, ya que son los territorios que tienen mayores poblaciones,en gran medida expuestas a niveles de contaminación superiores a los recomendados. «Además, demostramos que para ellos existe un beneficio extra en caso de llegar al objetivo de 1,5°C», añade Gónzalez-Eguino.

Aunque el ahorro sanitario estimado contribuiría en Europa a amortizar los costes de mitigación, a diferencia de India y China no cubriría totalmente la inversión. No obstante, los autores señalan que estos ahorros en salud son uno de los muchos beneficios de la reducción del cambio climático. «Nosotros nos hemos centrado en enfermedades respiratorias», advierte González-Eguino, «pero teniendo en cuenta otros factores, habría un margen aún mayor».Entre esos factores adicionales se encuentran el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, las perturbaciones en la agricultura y la emigración masiva, citados en las diferentes proyecciones climáticas que los señalan como efectos secundarios del calentamiento global.

Fuente: EL MUNDO / AMADO HERRERO,



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