Desde hace un tiempo está llegando a la opinión pública mucha información sobre el hidrógeno como un combustible limpio para el transporte, lo cual, según la Asociación Española del Hidrógeno (AeH), «es lógico porque la mayoría de los fabricantes de automóviles tienen algunos prototipos a los que quieren dar publicidad».
La Asociación Española del Hidrógeno ha emitido un comunicado ofreciendo su opinión sobre este uso del hidrógeno. La entidad reconoce las numerosas ventajas de su utilización como combustible (nula emisión de CO2, CO, hidrocarburos, y si es un vehículo con pila de combustible, nula emisión de óxidos de nitrógeno), y, para el caso de vehículos a hidrógeno con pila de combustible, su alta eficiencia energética, así como su bajo nivel de ruido y vibraciones.
La organización ha alertado que sin embargo el hidrógeno y las pilas de combustible «a día de hoy tienen serios inconvenientes prácticos», como el de necesitar un depósito de compustible bastante más grande y pesado que en los coches convencionales (debido a su baja densidad), aseguran. Pero lo más preocupante para la asociación es «el hecho de tener que producir este combustible, ya que no se genera naturalmente».
«Debemos producir el hidrógeno a partir de otros combustibles o de electricidad, mediante procesos que a su vez consumen energía, por lo que siempre tendremos menos energía en forma de hidrógeno que la que hemos utilizado para obtenerlo, como ocurre con cla gasolina, el gas natural o la electricidad».
La entidad afirma que cualquier combustible obtenido por transformación de otro tiene una capacidad energética inferior a la del combustible original.
La asociación avisa que «no es el momento para empezar a comercializar a gran escala vehículos de hidrógeno», primero porque no hay un desarrollo tecnológico suficiente y segundo porque «en el actual sistema el hidrógeno tiene desventajas económicas» respecto a otras formas de energía.