Ya sea por economía, por sostenibilidad o sencillamente por afición, el creciente uso de la bicicleta en España durante los últimos años es evidente. De hecho, en nuestro país se venden un millón de bicis al año.
Este incremento ha supuesto, al mismo tiempo, un aumento de accidentes en los que están involucrados ciclistas. De 2009 a 2015 se ha duplicado la cifra en las vías interurbanas (de 1.082 a 2.013) y en las ciudades ha pasado de 2.387 a 5.173.
Reducir estos casos es tarea de todos. Por un lado, según los expertos, las autoridades deben revisar las estrategias y medidas institucionales, como deficiencias de las infraestructuras y escasez de campañas de sensibilización y formación.
Por otro lado, los propios conductores y ciclistas deben prestar atención a las medidas de seguridad y visibilidad, señalizar sus movimientos y respetar las normas. La entidad líder en servicios técnicos, de seguridad y certificación a nivel mundial, TÜV Rheinland, ofrece una serie de recomendaciones para una perfecta convivencia en la carretera.
Empatía, ir visible, línea continua o esperar lo inesperado: claves para una concienciación conjunta
En el caso de los conductores, lo principal es tener todos los papeles en regla, como la ITV (en este sentido TÜV Rheinland es uno de los referentes, ya que solo en España cuentan con 25 sucursales repartidas por todo el país), el seguro o el permiso de circulación para evitar cualquier imprevisto.
A la hora de adelantar a un ciclista, la ley exige dejar una separación lateral de al menos 1,5 metros. Además, es importante reducir la velocidad para no desestabilizarle.
A su vez, es preciso respetar que los ciclistas tienen prioridad de paso con respecto a los vehículos a motor. También tienen preferencia cuando el primero de un grupo de ciclistas entra en un cruce o en una rotonda.
Ser paciente, anticipar los movimientos de los ciclistas, respetar la distancia de seguridad o reducir la velocidad son las claves para cualquier conductor comprometido
Por su parte, los ciclistas también deben respetar las normas para evitar cualquier tipo de susto. Lo primero de todo, antes de empezar a pedalear, es primordial asegurarse de que todo está bien sujeto y que las ruedas llevan la presión correcta.
Una vez en marcha, es imprescindible señalizar correctamente y con tiempo suficiente las maniobras a realizar para informar al resto de vehículos.
Está prohibido circular en bicicleta con los auriculares puestos o usar el teléfono móvil, al igual que no se puede pedalear por autovías o autopistas. Lo que sí es legal es circular en paralelo, en grupos de dos, excepto si hay tráfico denso o poca visibilidad.
Por último, cuando caiga el sol, es obligatorio estar visible, con marcas reflectantes y luces de posición. Una normativa casi desconocida por los protagonistas: el 31% de los ciclistas no percibe peligro al montar en bicicleta sin luces de noche y solo un 40% afirma utilizar prendas brillantes.
Ser visible, señalizar los movimientos, respetar el espacio; especialmente al circular en grupos; o usar el casco son las claves para que todo ciclista circule seguro
Según Kirsten Raapke, Country Manager de TÜV Rheinland España, “es prioritario garantizar la seguridad de los usuarios de las bicicletas. Es muy importante conseguir una concienciación, tanto por parte de los conductores, como por parte de los propios ciclistas en relación al cumplimiento de las normas de seguridad vial, visibilidad y asegurar el buen estado del vehículo y de la bicicleta”. En ese sentido, “como usuario de la bicicleta, es muy importante evaluar la calidad y la adecuación de la misma al uso que se vaya a hacer de ella”.
Fuente: TÜV Rheinland,