Los paleontólogos que trabajan en la Sierra de Atapuerca hallaron, en la última campaña, una mandíbula humana de hace 1,2 millones de años que confirma que en la sierra burgalesa habitaron los primeros homínidos que pisaron Europa y allí experimentaron una evolución propia.
El descubrimiento tuvo lugar el 30 de junio pasado en el nivel TE9 de la Sima del Elefante, justo un día después de que se presentara a la prensa un primer diente, del mismo individuo.
Junto a este fósil aparecieron unas herramientas de piedra, utilizadas por este homínido burgalés para alimentarse, y restos óseos de los animales que le sirvieron de comida.
Hasta ahora, la evidencia fósil más antigua de presencia humana en Atapuerca, y en Europa, era de hace unos 800.000 años, en el nivel TD6 del yacimiento de la Gran Dolina, a 200 metros de la Sima. Los fósiles se atribuyeron, en 1994, a una nueva especie denominada "Homo antecessor", cuya existencia aún genera polémica en la comunidad científica.
Los investigadores, de forma provisional, atribuyen el nuevo fósil también a esta especie, aunque tiene 400.000 años más.
Eudald Carbonell, codirector de las excavaciones y uno de los autores del trabajo, al que dedica su portada la revista "Nature", explica que "por sus características morfológicas este homínido procede de las poblaciones de "Homo georgicus" encontradas en Dmanisi, con una antigüedad de 1,8 millones de años".
"La mandíbula confirma que ya la primera salida de África tuvo éxito y evolucionó dentro del propio continente. Es el fósil del primer europeo", asegura el paleontólogo catalán a elmundo.es.
Carbonell añade que, de momento, no se sabe si este probable "Homo antecessor" evolucionó más adelante en Europa hacia los neandertales o si desapareció, si bien se muestra convencido de que "en 30 ó 40 años el árbol evolutivo europeo estará completo".
Un diente, primera pista
El hallazgo de la mandíbula estuvo precedido, días antes, del de una pieza dental en el mismo nivel del yacimiento, que fue datado con las últimas técnicas en una antigüedad de 1,2 millones de años.
Las 32 herramientas de sílex descubiertas junto al fósil fueron realizadas dentro de la cueva con un material que es común alrededor de la cueva. Son lascas de entre 30 y 75 milímetros que fueron utilizadas para aprovechar la carne de algunos hervíboros y están realizadas con una tecnología muy primitiva.
Los utensilios coinciden con los que han aparecido en los yacimientos de Fuente Nueva y Barranco León, en Orce (Granada), y en otros yacimientos europeos en los que hay vestigios de presencia humana, pero no restos.
"Parece que los homínidos que salieron de África hacia Próximo Oriente evolucionaron luego hacia el "Homo erectus" en Asia y el "Homo antecessor" en Europa", argumenta Eudald Carbonell.
Sin embargo, Manuel Domínguez-Rodrigo, paleontólogo de la Universidad Complutense de Madrid, cree que la mandíbula puede encajar en más de una especie de humanos primitivos. "Es arriesgado atribuirla a "Homo antecessor", un taxón que aún se discute. Lo que está claro es que es el resto humano más antiguo de Europa, que sus rasgos son primitivos y que abre las puertas a hallazgos que lleven esa presencia hasta 1,5 millones de años", declara el investigador.
Es la segunda vez que el equipo de Atapuerca, Premio Príncipe de Asturias de Investigación. consigue una portada de "Nature". La primera fue en 1993, sobre un cráneo excavado en la Sima de los Huesos.