Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han logrado un acuerdo sobre el paquete de medidas de lucha contra el cambio climático.
El compromiso final está basado en el refuerzo de la solidaridad con los países de ampliación para ayudarles a recortar las emisiones. La mayoría de los sectores industriales europeos seguirán recibiendo gratis los permisos de emisiones de dióxido de Carbono (CO2), en lugar de pagar por ellos en subastas como propuso incialmente la Comisión.
Triple 20 para 2020
La finalidad de este paquete es poner en práctica los objetivos fijados por la Unión Europea para luchar contra el cambio climático, el denominado triple 20 para 2020 (20% de reducción de emisiones, 20% de cuota de renovables y 20% de ahorro energético). También se trata de repartir el esfuerzo entre los Estados miembros.
Italia amenazaba con vetar el paquete
El mayor obstáculo del acuerdo, fue convencer a los países de la ampliación a aceptar los recortes de emisiones teniendo en cuenta que sus industrias son mucho más contaminantes que las de los nuevos socios. Además de lelgar a un acuerdo con Italia, que amenazaba con vetar el paquete por su impacto económico en un momento de crisis.
Con este resultado, que todavía debe ser ratificado por el Parlamento Europeo, la UE pretende mantener su posición de liderazgo internacional en la lucha contra el cambio climático y dar un impulso a las negociaciones para lograr un acuerdo mundial en Copenhague a finales de 2009.
El PSOE lo contempla como «oportunidad histórica»
El Secretario Federal de Medio Ambiente y Desarrollo Rural del PSOE, Hugo Morán, valoró hoy positivamente las medidas aprobadas por la UE para combatir el cambio climático, y afirmó que el mundo se encuentra ante una oportunidad «histórica» para modificar el modelo de desarrollo.
En esa dirección enmarcó también la posición defendida por España, a través de la delegación encabezada por la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, en la cumbre paralela sobre el clima celebrada en Poznan (Polonia), y que definió como «una apuesta por el cambio de modelo económico en el que las energías limpias adquirirán un papel decisivo».
Morán, que reconoció que España partía de una posición más ambiciosa, se felicitó no obstante de los resultados de la cumbre porque asegura que «permiten albergar esperanzas» de que se va a avanzar en una línea, en los mismos términos en que el PSOE entiende que debe ser el nuevo modelo de sostenibilidad, producción energética actividad industrial y generación de empleo.
Para el Ejecutivo socialista, las decisiones adoptadas dibujarán un escenario económico «diferente», en el que será fundamental un crecimiento ordenado y respetuoso con los recursos naturales, cuya preservación califican como su «mayor potencial». «El modelo último tiene relación con la posición que viene manteniendo el gobierno de España de cara a propuestas para salir de crisis global», incide.
La crisis no es excusa
En ese sentido, Morán aseguró que la crisis económica «no puede ni debe ser un argumento válido» para bajar los brazos, ante una amenaza como la del cambio climático cuyos efectos, si no se sigue dando los pasos adecuados, «serán de mayor magnitud que la actual crisis».
«La realidad en estos momentos demuestra que el modelo de crecimiento económico entra en crisis y por tanto no puede verse la responsabilidad de lo sucedido en quienes defendían criterios de sostenibilidad, sino mas bien al contrario», argumentó al rechazar la «dinámica histórica de entender que quienes defendían el medio ambiente entorpecían las posibilidades de crecimiento económico».
«Los pasos dados por la UE tienen que servir como antesala de lo que tiene que ser modelo de crecimiento sostenible vinculado a una relación con el medio ambiente sostenible», concluyó Morán.