Día Mundial del Medio Ambiente
El 15 de diciembre de 1972, la Asamblea General de la ONU designó el 5 de junio como Día Mundial del Medio Ambiente.
En esta fecha, se inició la conferencia sobre el Medio Humano, celebrada en Suecia. Veinte años después, la Asamblea General convocó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD).
En esta ocasión, los gobiernos se reunieron para tomar las decisiones necesarias para llevar a cabo los objetivos de la Conferencia de Estocolmo y para asumir el compromiso de alcanzar un futuro sostenible para la Tierra.
«Este día es uno de los principales vehículos que las Naciones Unidas utilizan para fomentar la sensibilización mundial sobre el medio ambiente y promover la atención y acción política al respecto»
Actualmente
El Día Mundial del Medio Ambiente (DMMA) es el principal vehículo de las Naciones Unidas para impulsar a la acción y sensibilización por el medio ambiente. A lo largo de los años ha crecido hasta convertirse en una plataforma mundial que se celebra en más de 100 países.
También sirve como “día de las personas” para hacer algo positivo por el medio ambiente, uniendo las acciones individuales en una gran fuerza colectiva que genere un impacto exponencial positivo para el planeta.
Cada acción cuenta
El DMMA es la oportunidad de que todos nos demos cuenta de la responsabilidad para cuidar de la Tierra y convertirnos en agentes de cambio.
«A pesar de que las decisiones individuales pueden parecer insignificantes a la luz de las amenazas y tendencias mundiales, cuando miles de millones de personas se unen con un propósito común, pueden marcar una gran diferencia». Ban Ki-Moon
A lo largo de décadas de celebraciones del DMMA, centenares de miles de personas de todo el mundo y de todos los sectores de la sociedad han protagonizado acciones por el medio ambiente.
El DMMA 2014 registró un total de 6.437 “compromisos” y se registraron más de 3.000 actividades en línea, sumando un total de 9.700, una cifra que triplicó lo de los últimos dos años.
El bienestar de la humanidad, el medio ambiente y el funcionamiento de la economía, dependen en última instancia de la gestión responsable de los recursos naturales del planeta. La evidencia es que la gente está consumiendo más recursos naturales de lo que el planeta puede proveer de manera sostenible.
Muchos de los ecosistemas de la Tierra están cerca de los puntos de inflexión críticos de agotamiento o cambio irreversible, empujados por el alto crecimiento de la población y el desarrollo económico.
Para el año 2050, si los patrones de consumo y producción actuales siguen siendo los mismos y con un aumento de la población que se espera llegue a 9,6 mil millones de habitantes, necesitaremos tres planetas para mantener nuestras formas de vida y de consumo.