Mozambique
Una expedición dirigida por un científico británico ha descubierto un bosque perdido en la cima de un monte en Mozambique, un territorio que alberga en su interior nuevas especies animales y vegetales. El hallazgo de este bosque, conocido por los nativos del lugar pero que no se encuentra en los mapas, demuestra que «aún quedan cosas por descubrir y documentar en el mundo», ha declarado el botánico Jonathan Timberlake, líder de la expedición al Monte Mabu mozambiqueño.
El zoólogo británico Julian Bayliss, se encontró con el nuevo descubrimiento mientras buscaba en Google Earth bosques a cierta altura para integrar en proyectos de conservación.
El pasado octubre, un equipo internacional de expertos se desplazó al Mabu para explorarlo, por primera vez, desde el punto de vista ecológico.
«Se trata de un bosque de media altitud de unos 60 kilómetros cuadrados, situado entre los 1.000 y los 1.600 metros de altura de la montaña (que tiene unos 1.700 metros)», ha explicado el jefe de la expedición. «Hay árboles altos de hoja perenne, muchas lianas, monos, pájaros volando alto, pequeños antílopes, camaleones pigmeos…», ha contado el experto, fascinado por su descubrimiento.
Al menos cinco nuevas especies
En el sistema boscoso se han hallado al menos tres nuevas especies de mariposa, una de ellas una cymothoe marrón y amarilla; una especie inédita de víbora, de la familia de las atheris, y una orquídea polystachya songaniensis que se pensaba que sólo existía en Malawi. Los botánicos trajeron 500 muestras de plantas que tardarán varios meses en clasificar y de las que, según ha dicho Timberlake, «es posible que salgan dos o tres especies nuevas».
Involucrar a las autoridades para evitar su destrucción
Para evitar la destrucción del entorno, el equipo liderado por Timberlake, que trabaja en colaboración con el Instituto de Investigación Agrónoma de Mozambique, Birdlife International y la fundación de conservación de la montaña Mulanji de Malawi, planea publicitar su descubrimiento e involucrar a las autoridades mozambiqueñas. El botánico británico cree que la solución más viable no es convertir el bosque en un parque natural, sino protegerlo mientras permanece integrado en su entorno. Para Timberlake, uno de los aspectos más importantes del hallazgo, además de confirmar la existencia de un mundo por explorar, es que pone de manifiesto «la importancia de la botánica en los proyectos de conservación», a menudo marginada en favor del estudio de, por ejemplo, los grandes mamíferos.