En el año 1949 se instituyó el día de hoy, 14 de febrero, como el Día Mundial de la Energía. El objetivo principal es promover el uso de fuentes renovables y reducir la utilización de las energías no renovables. Este día pretende incentivar el uso eficiente y responsable de los recursos energéticos, además de reflexionar sobre la función que tiene cada uno de ellos para lograr un futuro energético sostenible.
Un uso abusivo e incorrecto de la energía tiene como consecuencia el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), las cuales se concentran en la atmósfera, provocando el calentamiento global. Esto conlleva el avance progresivo del cambio climático y el deterioro de los ecosistemas, dos grandes amenazas para la Tierra. Por esta razón, la apuesta debe ir encaminada a las llamadas «energías limpias«, las cuales deben proceder de fuentes naturales renovables y no contaminantes, como son el agua, el Sol y el viento.
¿Qué es la energía?
Se define como todo aquello capaz de producir un cambio en la materia. Es decir, es la capacidad de realizar un trabajo que implique un cambio, ya sea un movimiento, una transmisión de ondas, una variación de temperatura, etc. Su principal característica es que se puede almacenar, transferir, transformar y transportar.
Se puede manifestar de diversas formas, dependiendo de las acciones y los cambios que puede provocar:
¿Qué tipos de energías renovables existen?
Las energías renovables se obtienen a partir de fuentes naturales virtualmente inagotables como el agua, el Sol y el viento. Los tipos de energías renovables que existen en la actualidad son:
Energías renovables, presente y futuro
El uso de energías renovables, energías del futuro pero también del presente, suponen enormes beneficios para el planeta en su lucha contra la emergencia climática.
Los beneficios que nos aportan las energías renovables son:
- El agua, el calor de la tierra, el Sol y el viento van a estar siempre, dado que son fuentes de energías inagotables en nuestro planeta, o como mínimo un tiempo lo suficientemente indefinido como para que no tengamos que preocuparnos en cientos de años si todo va bien.
- Promueven la sostenibilidad, ayudando a avanzar al proceso de transición energética que tanto necesitamos para luchar contra el cambio climático.
- Rebajan los costes de producción de la electricidad, puesto que generar energías limpias resulta cada vez menos costoso.
- Reducen la dependencia combustibles fósiles como el carbón o el petróleo, que liberan emisiones de CO2 a la atmósfera, disminuyendo de esta manera nuestra huella de carbono.
- Tienen un impacto positivo en el medio ambiente, ya que no contaminan el entorno.
España tiene un gran potencial de generación renovable
España continúa demostrando su enorme potencial de generación renovable, ya que las energías eólica y fotovoltaica finalizaron el año 2022 batiendo sus propios récords de generación eléctrica, conseguidos el año anterior.
Las energías renovables van por muy buen camino, ya que aspiran a convertirse en la mayor fuente de generación de electricidad de nuestro planeta a partir del año 2050, superando al carbón. El uso de energías renovables, futuro pero también presente, suponen enormes beneficios para el planeta en su lucha contra la emergencia climática.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), las energías renovables ocuparán casi el 40% de la producción mundial de electricidad en el año 2027. Mientras tanto, continuará disminuyendo la participación del carbón, del gas natural y de la generación nuclear en el mix de generación eléctrica.
Inversión en energía limpia
El Acuerdo de París de 2015 tiene el objetivo de limitar a 1,5 ºC el incremento de la temperatura global del planeta, además de incluir los compromisos de todos los países para que reduzcan sus emisiones y colaboren juntos para frenar los impactos del cambio climático.
Un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) destacó a principios de este año que la inversión realizada en energías limpias podría superar los 2 billones de dólares anuales para el año 2030, un incremento de más del 50% en comparación con la actualidad.
Fuente: Redacción Ambientum