Como habíamos comentado en el anterior artículo «Cirrus: los cabellos del cielo», en función de la forma y distribución podemos reconocer distintas especies y variedades de Cirrus.
Cirrus fibratus
A veces los Cirros se presentan como trazas bastante rectas, formados por hilos blancos y estirados en el cielo, más o menos paralelos, razón por la que se llaman fibratus. A menudo estas trazas presentan unas pequeñas ondulaciones.
Entre estas nubes filamentosas y estiradas, el cielo se ve claramente de color azul, hecho importante para diferenciarles de los Cirrostratus fibratus, los cuales se les parecen mucho en la forma, pero con la diferencia de que éstos no dejan ver con nitidez el azul del cielo entre sus fibras por la presencia de un velo blanquecino.
En otras ocasiones estas fibras casi rectilíneas y alargadas que integran la especie fibratus se entrelazan unas con otras de manera caótica y enrevesada recordando a ovillos de lana. Se trata de la variedad intortus.
Se pueden formar en variadas condiciones meteorológicas. A menudo indican el acercamiento de un frente y, por lo tanto, de un cambio de tiempo.
En algunas ocasiones pueden producir el fenómeno óptico del halo.
Cirrus uncinus
Son Cirros en forma de gancho, garfio o coma. Su estructura consta normalmente de dos partes. Por un lado, tienen una región más corta y con un poco más de grosor en uno de los extremos y emplazada vertical o casi verticalmente.
Por el otro extremo, unos conjuntos de pequeños cristales se dispersan, y forman fibras que se alargan y adoptan una posición más bien horizontal u oblicua, que da un aspecto de gancho o de coma muy alargada a todo el conjunto.
Su formación se debe a una diferencia de velocidad del viento entre dos niveles muy próximos, en la altura donde están estos Cirros. Esta cizalla genera que los cristales de hielo adopten una posición horizontal o ligeramente inclinada, dependiendo de la diferencia de la velocidad del viento en la cizalla, al ser arrastradas parte de las partículas que forman la estructura de la nube.
Como hemos indicado en el párrafo anterior, su observación indica cizalla del viento a niveles altos, dato importante en la navegación aéreo. Pero también nos puede indicar que se acerca un frente cálido y, por lo tanto, pueden ser indicadores de un cambio en el tiempo.
Fuente: Javier Martínez de Orueta, Técnico en Medio Ambiente y Educador Ambiental,
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