Pedro Nuñez/ Jose Luís González
El departamento de Química Inorgánica de la Universidad de La Laguna (ULL) colabora con la empresa líder de electrodomésticos Fagor para introducir en el mercado baterías ecológicas. Para ello, pretenden crear un sistema casero que permita convertir gas (bien sea hidrógeno u otro) en energía eléctrica a través de las pilas combustibles.
El investigador principal de este proyecto es el catedrático en el área, Pedro Núñez, quien explica que forma parte del Programa Ingenio-Zenit 2010 del Ministerio de Ciencia. En este caso, hay un convenio con el instituto tecnológico del Grupo Mondragón; al que pertenece Fagor, destinado a la investigación y desarrollo de pilas combustibles. En esto, este equipo de la ULL es experto ya que sólo desde el año 2000 han editado 60 artículos científicos, alguno de ellos en revistas tan importantes como Nature y son autores de alguna patente.
La necesidad de estas pilas viene dada por la búsqueda de combustibles más ecológicos para romper la dependencia del fuel. A pesar de que las alternativas ya existen, hay falta de fondos para su desarrollo, y ésto tiene origen en la actual hegemonía de la industria petrolera.
Investigación centrada en las pilas de óxido sólido
Hay dos tipos de pilas: las poliméricas y las de óxido sólido que son en las que trabaja este grupo de investigación. Se trata de producir energía eléctrica a partir de un combustible que es normalmente hidrógeno cuyo desecho es sólo agua. Algo que ya están probando en coches ya que casi todas las marcas están probando un prototipo de este tipo. «Nosotros desarrollamos dos tipos fundamentales de pilas combustibles: las poliméricas pensadas para equipos pequeños y transporte (como coches y guaguas) y las de óxido sólido que sirven para mayor potencia para un edificios, centros públicos, y en hospitales como sistema de emergencia», explica el profesor. Esta es una tecnología en pleno desarrollo y hasta el mayor constructor de motores para aviones, Rolls Roice, tiene un programa de pilas de óxido sólido.
2,5kW para alimentar una vivienda
La ULL, con distintas pruebas en laboratorio se ha logrado generar 600 miliwatios por centímetros cuadrado, lo que supone «una buena potencia», explica el investigador y añade que el dispositivo en el que se trabaja será capaz de producir 2,5 kilowatios, más que suficiente para una vivienda. Se trataría de un aparato no mayor que un termo eléctrico y con forma de cilindro metálico que contendría varias de estas pilas que se alimentaría con gas para producir la energía. Con uno de éstos, un hogar podría abastecerse de manera más limpia, ecológica y, posiblemente, más barata que la actual opción de la red eléctrica.
La ULL busca la combinación más óptima destinada a una aplicación industrial. Tras cientos de pruebas han logrado la mezcla de zircona con ytria para el electrolito; lantano estroncio cobalto y hierro para cátodo y el ánodo es una mezcla de cerámica y metal. «No es la mejor pero sí la más probada», afirma.
¿Cómo obtener el hidrógeno?
El principal problema de estas pilas de hidrógeno es la propia obtención de este gas. Núñez ha señalado que «hoy en día hay muchas fuentes y formas de obtenerlo». A través de electrolisis se puede producir hidrógeno que, posteriormente, alimentaría baterías y otros aparatos como el que desarrolla Fagor.
Otra forma de obtener hidrógeno sería utilizar la energía eólica de forma específica utilizando aerogeneradores sólo directamente para producir hidrógeno.
Agua destilada como único desecho
Un tercer método sería utilizar esta energía que se pierde en elevar agua sobre montañas y hacerla caer para, así, generar suficiente energía hidroeléctrica para producir hidrógeno. Este hidrógeno podría sustituir a la gasolina de los coches creando una red de hidrologeras como las gasolineras.
El profesor Nuñez ha remarcado que «tenemos que quemar in situ combustible fosil de manera incontrolada, con lo que se contribuye al efecto invernadero» . Con el hidrógeno «no hay ningún tipo de contaminación y el único deshecho que se produce es agua destilada».