La imagen de una compañía depende en gran medida del comportamiento de cada cadena de suministro. Por eso, la entidad líder en servicios técnicos, de seguridad y certificación a nivel mundial, TÜV Rheinland, explica la importancia de garantizar su buen hacer mediante auditorias específicas para consolidar la fiabilidad y reputación de la marca.
De manera directa o indirecta, todos los agentes que participan en la cadena de suministro (fabricantes, distribuidores…) están interrelacionados con el objetivo final de satisfacer las necesidades del cliente.
En este entramado, puede fallar cualquiera y afectar a la imagen de marca de la empresa; por ello, y para aumentar la confianza y potenciar la fluidez de las relaciones comerciales, se han desarrollado en el mercado determinados mecanismos que garantizan proveedores de alta efectividad y bajo riesgo.
En la actualidad, los consumidores quieren conocer si las empresas son coherentes dentro de su cadena de valor, como por ejemplo si mantienen la sostenibilidad de los materiales y procesos de producción, la igualdad en las condiciones laborales, la seguridad con la que trabajan los profesionales o si se trabaja para disminuir el uso de plástico en sus productos, entre otros.
¿Por qué es tan importante una auditoría?
Las grandes marcas, las cadenas de distribución y determinados sectores sensibilizados son conscientes de que cualquier incumplimiento en su cadena de suministro les puede provocar problemas derivados que afecten a su reputación.
Así, para verificar que se cumplen los estándares de calidad, ambientales, de seguridad y salud o de buen gobierno, las firmas llevan a cabo auditorías de las cadenas de suministros a través de entidades independientes, como por ejemplo TÜV Rheinland.
Estas evaluaciones miden aspectos muy variados en los que siempre están presentes la sostenibilidad, el cumplimiento laboral y social o los valores y el buen gobierno de la compañía auditada.
Cadena de suministro
¿Cómo se llevan a cabo estas auditorías? La complejidad depende de la compañía y del estándar que se utilice, que pueden ser Amfori BSCI (Business Social Compliance Initiative), SMETA (Ethical Trade Audit de los miembros de Sedex), RBA (Responsible Business Alliance), WRAP (Worldwide Responsible Accredited Production) o PSCI (Pharmaceutical Supply Chain Initiative), aunque también existen programas específicos de auditoría de cliente basados en un código de conducta propio que pueden alinearse con la legislación local, las normas internacionales o los propios códigos matrices de estos clientes.
Además, se pueden añadir normas ISO como ISO 9001 (Sistema de Gestión de Calidad), ISO 14001 (Sistema de Gestión Medioambiental) e ISO 45001 para la salud y la seguridad en el trabajo.
En general, la mayoría de las normas sociales son mucho más detalladas que las ISO. Los auditores rellenan cuestionarios con precisión, investigan muchos puntos específicos, realizan entrevistas grupales e individuales, llevan a cabo investigaciones y ejecutan comprobaciones cruzadas. El esfuerzo requerido para este proceso también depende de la actividad de la empresa, el tamaño y las localizaciones a auditar.
Además, al terminar la auditoría, el cliente deberá crear un plan de acción correctiva, en caso de que se hayan detectado desviaciones de la norma y presentarlo en un plazo determinado de tiempo para que pueda ser revisado por nuestro equipo auditor. La filosofía de la mejora continua está presente en todo el proceso.
Según Almudena Bouza, responsable de Sostenibilidad de TÜV Rheinland, “las auditorías de cadena de suministro han ayudado a muchas empresas a mejorar su nivel de cumplimiento ambiental, laboral y social, han rebajado el nivel de riesgo reputacional de la grandes marcas y nos muestran un camino para establecer y mantener relaciones comerciales duraderas con los grandes compañías”.
Sobre TÜV Rheinland
TÜV Rheinland es una compañía líder en servicios técnicos, de seguridad y certificación a nivel mundial con en seis líneas de negocio (Servicios Industriales, Movilidad, Productos, Formación, Sistemas y Digital Transformation & Cybersecurity). El Grupo tiene más de 30 años de experiencia en España. Actualmente cuenta con más de 800 empleados en nuestro país repartidos en 14 delegaciones y 25 ITV en Madrid, Castilla-La Mancha, Murcia, País Vasco y Navarra.
Fuente: TÜV Rheinland,