España sigue apostando por la conservación de las tortugas marinas. Técnicos de las administraciones autonómicas, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico e investigadores dieron la semana pasada los primeros pasos para elaborar la Estrategia para la conservación de la tortuga común (Caretta caretta) y otras tortugas marinas que utilizan las aguas españolas como zonas de alimentación, desarrollo, reproducción o lugar de paso en sus largos viajes transoceánicos.
En el marco del proyecto LIFE INTEMARES, y con el apoyo del Centro de Actividades Regionales para el Protocolo sobre Zonas Especialmente Protegidas y la Diversidad biológica en el Mediterráneo (RAC/SPA) del Convenio de Barcelona, se celebró la semana pasada en Madrid un taller para recoger la información técnica y científica disponible más reciente sobre las tortugas marinas.
Además, pusieron en común y priorizar las medidas de conservación, actuaciones de seguimiento y líneas de investigación a incluir en esta futura estrategia. Estas directrices servirán de base para las acciones de conservación y gestión que desarrollen las diferentes administraciones implicadas.
Aumento de las anidaciones de tortugas marinas
En España se han observado seis de las siete especies de tortugas marinas existentes. Las tortugas boba, laúd (Dermochelys coriacea), verde (Chelonia mydas), carey (Eretmochely simbricata), lora (Lepidochely skempii) y olivácea (L. olivácea) se caracterizan por ser especies altamente migratorias.
Las presiones e impactos derivados de las actividades humanas amenazan sus poblaciones, entre los que se encuentran la pérdida y degradación de hábitats, las interacciones con diversas pesquerías, la contaminación, las basuras marinas o el cambio climático.
La especie Caretta caretta es la más común en aguas españolas. En los últimos años, se ha incrementado la frecuencia de juveniles y adultos en el litoral mediterráneo español.
Además, las decenas de eventos de anidación ocurridos en la costa mediterránea española desde hace unos años sugieren que podríamos encontrarnos ante un proceso de colonización, motivado por el aumento de la temperatura del mar y las playas.
Las tortugas marinas suelen desovar en las playas donde nacieron, por lo que el éxito de eclosión de las puestas y supervivencia de las crías determinará que vuelvan a nuestras costas a anidar y favorecer así la conservación de la especie.
Según los expertos, el número de nidos en el litoral mediterráneo español es mayor del que se conoce, por lo que es necesario impulsar medidas que contribuyan a su detección y garanticen su supervivencia.
Trabajo coordinado
Desde el LIFE INTEMARES se han impulsado diversas acciones para reforzar su protección de forma coordinada entre las administraciones, la comunidad científica y los centros de recuperación, entre otros agentes implicados. En esta línea, se está ultimando un protocolo de actuación para los eventos esporádicos de anidación.
También se han desarrollado estudios para analizar las características ambientales de las playas españolas elegidas por las tortugas para el desove y se han llevado a cabo sesiones formativas sobre la actuación en playas ante potenciales eventos de anidación, así como campañas de sensibilización.
El proyecto LIFE INTEMARES, que coordina la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, tiene como objetivo lograr una gestión eficaz de los espacios marinos de la Red Natura 2000.
Participan como socios la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar del mismo ministerio, el IEO, la Confederación Española de Pesca, SEO/BirdLife y WWF-España. Cuenta con la contribución financiera del programa LIFE de la Unión Europea, entre otras fuentes de financiación.
Fuente: Fundación Biodiversidad,
Artículo de referencia: https://fundacion-biodiversidad.es/es/prensa/actualidad/primeros-pasos-en-la-elaboracion-de-la-estrategia-de-conservacion-de-las-tortugas,