Imagen: Planta Nuclear
El 5 de marzo tuvo lugar el Cine-Forum de Jóvenes Verdes de Madrid sobre energía nuclear. En una sala del Patio de Maravillas se proyectaron las películas “Uranium –is it a country?“ y después “Falsas Esperanzas“.
Ambos documentales informaron sobre los problemas creados por el uso de la energía nuclear. El primero se enfocaba en la minería de uranio, mientras que el segundo trataba también problemas como los residuos nucleares y los riesgos de proliferación de armas nucleares, entre otros.
A continuación establecieron un debate sobre las ventajas y desventajas del uso de la energía nuclear. Puntos importantes del debate fueron la cuestión de los costes de la energía nuclear y las posibilidades y necesidades del decrecimiento.
En lo que afecta a los costes, desde el punto de vista de Jóvenes Verdes creen que no sólo se debería pensar en los costes económicos directos (internos), sino también en los costes indirectos (externos) muy difíciles de calcular para el medioambiente, por lo que nos supondrá mantener la seguridad de los residuos nucleares en los miles de años que continuarán siendo radioactivos.
La jornada contó con la presencia de Carlos Bravo, responsable de Cambio Climático y Energía de Greenpeace; Javier González, responsable de Energía de Ecologistas en Acción; José Luís Pérez, de Jóvenes Nucleares.
Se observó una importante divergencia de opiniones en cuanto a la necesidad de experimentar un decrecimiento económico, entiendiéndose como decrecimiento global de los consumos energéticos y materiales hasta alcanzar un nivel de consumo sostenible. Los Jóvenes Nucleares opinaron que el decrecimiento sería injusto socialmente, sobre todo para los más pobres, mientras que la energía nuclear, y la tecnología en general, permitirían continuar el crecimiento económico. Los ecologistas por contra opinaron que sería físicamente imposible seguir aumentando más allá de los niveles de consumo actuales. Esto no implica que los países más pobres no puedan crecer todavía, sino más bien que los países tendrán que decrecer.
Los organizadores de tal evento, aprovecharon para recoger firmas mostrando la oposición a la energía nuclear dentro de la campaña “Yo soy antinuclear“ que Jóvenes Verdes promueve, junto con otras muchas más organizaciones.