Durante más de un siglo de desarrollo industrial hemos liberado miles de millones de toneladas de CO2 a nuestra atmósfera. ¿Cómo eliminarlas? El foro global de Restauración del Clima promueve el uso de tecnologías para lograrlo de forma comercialmente viable.
Para los especialistas científicos, y para casi todo el mundo, aunque no para el presidente Trump, parece claro que detener la extracción y uso de combustibles fósiles, reducir las emisiones contaminantes y reforestar el planeta son los pasos a seguir para luchar contra el calentamiento global, pero, ¿podemos ir más allá?
“Los tiempos de negar el cambio climático se han acabado. Hay que pasar a la acción”, defiende tajante en una entrevista por videollamada, Rick Parnell, director ejecutivo de la Fundación para la Restauración del Clima (Foundation for Climate Restoration), una organización sin fines de lucro estadounidense dedicada a “catalizar la acción para restaurar el clima para el año 2050”.
El segundo foro global de Restauración del Clima, organizado por esta fundación y que se ha celebrado virtualmente desde Washington una semana antes de la Semana del Clima de la ONU, propone eliminar el exceso de CO2 de forma segura y permanente para devolvernos a los niveles preindustriales. Para ello, traza una hoja de ruta para facilitar a gobiernos y empresas acercarse a las nuevas tecnologías existentes en este ámbito.
Y trabaja con gobiernos y políticos, empresarios tecnológicos, inversores, científicos, líderes religiosos, ONG y ciudadanos de todo el mundo con un solo objetivo: promover el uso de tecnologías que eliminen el CO2 de la atmósfera de forma comercialmente viable. ¿Es eso posible?
Exceso de CO2 atmosférico
“El exceso de CO2 atmosférico es el principal impulsor del cambio climático. La restauración del clima es un componente crítico de cualquier estrategia integral para garantizar un medio ambiente sostenible. Solo un enfoque integral de la crisis climática garantizará la supervivencia de la humanidad. Todos los esfuerzos de adaptación, mitigación y restauración deben realizarse de manera concertada y con urgencia», asegura Parnell. Su fundación busca inspirar un compromiso colectivo para revertir el calentamiento global y restaurar un clima saludable para las generaciones futuras.
“Hay muchas organizaciones promoviendo la reducción de emisiones desde hace décadas, por eso nosotros nos enfocamos en los beneficios comerciales que se pueden obtener aplicando nuevas soluciones a precios competitivos”, nos explica Erica Dodds, doctora en Evaluación Interdisciplinar y experta ambientalista e integrante de la fundación.
Invertir más dinero en soluciones tecnológicas
La propuesta de su organización es simple pero difícil de llevar a cabo: invertir más dinero en soluciones tecnológicas, combinado con “soluciones naturales” como la reforestación, la agroecología y los cultivos que conviven con el bosque. “Mucha gente cree que se trata solo de reducir emisiones, pero las de hace 200 años siguen ahí. Así que debemos empezar la discusión de cómo eliminar eso”, añade Dodds. Todas estas emisiones permanecerán sumándose a las nuevas y acelerando el calentamiento global a menos que se aborde el problema.
La restauración del clima “drenará” este exceso de CO2 y nos devolverá a niveles preindustriales seguros de menos de 300 partes de dióxido de carbono por millón (ppm) en el aire, asegura la académica. Las compañías que se presentan en el foro dicen poder reducir los niveles de CO2 en los próximos 20 a 50 años, y prevén que sus costos sean menos del 1 al 3% del PIB anual mundial.
“A medida que los investigadores continúan desarrollando estrategias para la restauración del clima, necesitamos un amplio activismo cívico, voluntad política e inversión masiva en tecnologías de eliminación de carbono, soluciones naturales y fuentes de energía renovable”, opina Dodds.
Soluciones posibles para capturar el CO2
Para volver a esos niveles que mencionan dicen que haría falta retirar de la atmósfera un billón de toneladas de CO₂. Algo aparentemente muy costoso. El profesor de física aplicada y políticas públicas David Keith, de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas John A. Paulson (SEAS) de Harvard ha estimado que a día de hoy, serían entre 94 y 232 dólares por tonelada de CO2 purificada, a la que después puede darse varios usos. No parece tanto.
El foro de la fundación tuvo a especialistas de todo el mundo debatiendo desde su casa sobre los modelos de negocio existentes y las nuevas oportunidades y tecnologías para restaurar el medio ambiente. “Playas verdes” de rocas volcánicas que filtran el CO2 (Project Vesta), plantas industriales que lo “secuestran” y entierran, o convierten en hormigón, roca y otros materiales para la construcción, u otros usos inesperados, como rellenar el gas de los refrescos y las cervezas.
¿Camino rentable?
La empresa canadiense Carbon Engineering lleva desde 2015 demostrando cómo su tecnología captura el dióxido de carbono directamente de la atmósfera a gran escala y lo almacena a gran profundidad o lo usa para producir combustibles sintéticos “ultra bajos” en carbono. Parece un camino que promete ser rentable porque entre sus inversores se encuentran tres de las compañías de energía más grandes del mundo: Occidental, BHP y Chevron.
“Es una solución a escala industrial. No estamos preparados para eliminar totalmente el uso de combustibles fósiles, pero sí de empezar a purificar nuestro aire”, contaba Steve Oldham, director ejecutivo de Carbon Engineering en la conferencia Soluciones de restauración del clima, durante el primer día del foro.
El modelo comercial de esta empresa es otorgar licencias a desarrolladores de plantas locales (como esta) y socios de la industria energética de todo el mundo, lo que auguran les permitirá un aumento y despliegue rápido y generalizado de su tecnología. Y de su cuenta corriente.
Fuente: SANTI CARNERI / EL PAÍS,
Artículo de referencia: https://elpais.com/elpais/2020/09/17/planeta_futuro/1600328554_467174.html,