Ayer daba comienzo la campaña de pesca del atún rojo en el Mediterráneo. Esta especie desaparecerá según los científicos en 2012 cuando los últimos ejemplares sexualmente adultos hayan sido capturados ya que la especia necesita tiempo para no saturarse y seguir reproduciendose.
"El atún rojo del Mediterráneo va directo al colapso y tenemos los datos para probarlo", apunta Raúl García, Responsable de pesquerías de WWF España.
"Donde quiera que miremos, esta tendencia es dramática, es alarmante y está ocurriendo en estos momentos". Y finaliza: "WWF no tiene otra elección que instar de nuevo al cierre inmediato de esta pesquería".
La gran sobrecapacidad de las flotas, la pesca ilegal, el uso de sistemas ilicitos para seguir a los atunes, las capturas no declaradas, la pesca durante la época de veda, las medidas de gestión que no siguen los consejos de los científicos y el apetito insaciable de los mercados de productos pesqueros de lujo han contribuido a la caída de la especie.
La población reproductora de atún (los ejemplares de cuatro años o más y con un peso superior a 35 kg) ha decaído bruscamente en la pasada década y desaparecerá en pocos años, si las pesquerías y la toma de decisiones siguen haciendo caso omiso a los científicos.
La talla de los atunes adultos ha disminuido a menos de la mitad desde 1990. El peso medio de un ejemplar de atún capturado se ha reducido mucho en los últimos años.
Podemos destacar que, antes de la era de la pesca industrial a gran escala, un individuo de atún podía incluso alcanzar los 900 kg de peso. La pérdida de estos atunes, capaces de producir muchas más crías que los ejemplares medianos, tiene un gran impacto en la reproducción de esta especie.
La información reunida por WWF muestra este patrón se ha observado en todo el Mediterráneo e insta a consumidores, comercializadores, restaurantes y chefs a unirse al movimiento global para evitar el consumo de este animal en peligro. Según WWF, se está produciendo un apoyo creciente a la suspensión del comercio internacional de atún rojo del Atlántico