Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Politécnica de Madrid han descubierto que la estructura fuertemente jerarquizada de las redes ecológicas fomenta la biodiversidad, ya que minimiza la competencia entre especies.


Este descubrimiento complementa las teorías existentes sobre la biodiversidad, que no contemplaban las interacciones entre las diferentes especies o bien asumían que éstas se producían de modo aleatorio, sin seguir ningún patrón.

La teoría, publicada en la revista Nature, puede aplicarse a otros campos descritos por redes igualmente jerarquizadas. También permite predecir cómo los cambios en la estructura de la red variarían el número de especies posibles, aunque el investigador advierte de que cualquier otro patrón arquitectónico no haría sino disminuir la biodiversidad.

“La investigación ha demostrado que las redes mutualistas que observamos en la naturaleza tienen la estructura compatible con la coexistencia del mayor número de especies posibles”, describe el director de la investigación, el científico del CSIC Jordi Bascompte.

INTERDEPENDENCIA

Las especies no se encuentran aisladas unas de otras, sino que forman redes complejas de interdependencia. En el estudio de la biodiversidad se suelen contemplar las especies como entes aislados.

En estudios anteriores, los investigadores ya se había constatado que las redes están fuertemente jerarquizadas pero no teníamos una teoría general que permitiera entender las consecuencias de estos patrones arquitectónicos para la riqueza de especies que pueden coexistir en una comunidad.

El artículo publicado en la recista Nature propone una teoría que permite entender las implicaciones de la estructura de las redes ecológicas previamente descrita.



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