El pasado viernes 24 de Abril, el Parlamento Europeo aprobó las propuestas que en su día fueron presentadas por el FAPAS y la organización alemana Euronatur para favorecer la recuperación de las carroñas en los espacios naturales de la Unión Europea. Las propuestas fueron presentadas a la Comisión Europea a través de la eurodiputada del Partido Socialista Rosa Miguélez.
Desde que la Unión Europea aprobó el Reglamento que obligaba a la recogida de los cadáveres de animales domésticos en los espacios naturales, el FAPAS ha desarrollado una amplia campaña que incluyó diferentes entrevistas en Bruselas con altos cargos de la Unión Europea, tanto de medio ambiente como de sanidad animal, para dar a conocer la negativa repercusión que para la conservación de especies amenazadas como el oso pardo, tenía la retirada de los cadáveres de animales domésticos que tradicionalmente han formado parte de la dieta alimenticia de esta especie.
La ausencia de carroñas, también ha sido uno de los motivos por los que en los últimos años, diferentes poblaciones de aves, como los buitres, se han visto afectados por una escasez acusada de alimentos que ha generado conflictos entre estas especies carroñeras y los ganaderos.
Pero quizás, la mayor y mejor repercusión que las nuevas medidas de la Unión Europea van a aportar a la conservación de la biodiversidad sea también sobre una especie sumamente problemática como es el lobo, en cuya dieta alimenticia el consumo de carroñas supone una alternativa muy importante que evita los continuados ataques a la ganadería doméstica.
En regiones como las cantábricas, Cantabria, Asturias o Castilla y León, los ataques de lobos a intereses ganaderos han dado pié a una de las persecuciones más activas contra el lobo de las últimas décadas, autorizándose la muerte de cientos de ejemplares de lobos bajo la justificación de eliminar los importantes daños a la cabaña ganadera.
La aplicación de la nueva normativa europea que se desarrollará a partir del nuevo Reglamento de Encefalopatías, va a permitir a los estados miembros y en el caso de España a las Comunidades Autónomas, poder acogerse a la normativa europea para comenzar a aplicar medidas de conservación de la fauna salvaje, a través de favorecer que los territorios de gran valor ambiental, las carroñas puedan quedarse en las montañas, cumpliendo el importante papel que ya han desempeñado durante siglos al formar parte de los recursos alimenticios que de manera natural obtiene la fauna.
La noticia ha sido acogida de manera extraordinaria por las organizaciones no gubernamentales que trabajan por la conservación de la naturaleza, ya que durante años, se ha reclamado insistentemente de las administraciones, la búsqueda de soluciones a la crisis desatada tras la aplicación de una normativa europea absurdamente restrictiva y poco práctica para erradicar una enfermedad que después de años, se ha comprobado que no afecta a la ganadería de montaña.
Sin embargo, han tenido que ser las ongs de conservación quienes han acudido ante la Unión europea para defender los criterios conservacionistas que ahora se han visto atendidos tras la reciente aprobación de las propuestas por el parlamento europeo.
De momento, organizaciones como Fapas y Euronatur no dan por terminado el trabajo, ya que a partir de ahora será necesario insistir antes las Comunidades Autónomas que pongan en marcha las medidas autorizadas por la Unión Europea, bajo la lamentable experiencia de que a lo largo de los últimos años, muchas de estas Comunidades Autónomas no han querido participar ni poner en marcha ninguna acción conservacionista, favoreciendo la retirada de las carroñas y eliminando a tiros a buena parte de la fauna que deberían de estar protegiendo.