Bajo la premisa de "si el que contamina paga, el que limpia cobra", un grupo de municipios de interior han lanzado la propuesta de que las empresas valencianas que contaminan paguen un canon a los municipios de interior con masas forestales que absorben las emisiones de gases que la actividad industrial lanza a la atmósfera.
La medida supone que tanto los Ayuntamientos que disponen de terreno forestal de utilidad pública como los propietarios particulares perciban una compensación económica "por el beneficio que supone para el medio ambiente la absorción de CO2 emitido por las empresas y que esta contraprestación sirva para el mantenimiento de los bosques con la consiguiente creación de puestos de trabajo".
Así lo manifestó el presidente de la Asociación de Municipios Forestales de la Comunitat Valenciana (Amufor) y alcalde de Enguera, Santiago Arévalo. El mismo portavoz señaló que la iniciativa ya ha sido propuesta a la conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda en una reunión mantenida con la Secretaria Autonómica responsable, Ángeles Ureña. Arévalo informó de que desde el estamento autonómico "han recibido la propuesta con satisfacción y será estudiada dentro del nuevo Plan de Acción Territorial Forestal que está elaborando la Conselleria".
A falta de fijar precios y los términos concretos de las compensaciones, la filosofía de la iniciativa contempla que en el momento de solicitar la licencia ambiental, las empresas deberían especificar la cantidad de CO2 que generaría su actividad. En función de ello, se establece una cantidad económica por tonelada de emisión a la atmósfera que iría a parar a los ayuntamientos o particulares propietarios de bosques, también en función de los gases que sus masas forestales sean capaces de absorber.
Santiago Arévalo manifestó que estos cálculos "son sencillos de establecer, tanto por lo que respecta a las emisiones de las empresas como a la capacidad de absorción de las masas forestales".
El presidente de los municipios forestales justificó la propuesta por el malestar y "desmotivación tanto de los ayuntamientos como de los particulares por la casi nula contraprestación que recibimos por el mantenimiento de los bosques y su contribución a un desarrollo sostenible, por lo que encontramos justo que los productores de gases de efecto invernadero paguen a quienes limpiamos la atmósfera", señaló Arévalo.
Añadió que con esta medida "también evitamos que las administraciones tengan que soportar todo el gasto en este capítulo". El resto de compensaciones por servicios ambientales debería ser sufragado como se viene haciendo hasta el momento con subvenciones de la Generalitat a los propietarios forestales.
La propuesta, subrayó Santiago Arévalo, facilitaría, además, que los perceptores del canon "sabrían anualmente de cuánto dinero dispondrían para invertir en su monte, ya que el pago se realizaría en cada anualidad, desligados de las fluctuaciones propias de grandes proyectos forestales que prevén actuaciones en varios". Esta circunstancia posibilitaría la creación de un tejido empresarial al disponer de una cantidad segura para inversiones en trabajos destinados a la conservación de los bosques.