Puerto de Musel. /Autorididad Portuaria
Por Sergio Villarroel
La empresa Dique Torres lleva meses realizando dragados frente a las playas. Los ecologistas piden que estas excavaciones bajo el nivel del mar se paralizen, ya que la imagen para el turismo se vería muy perjudicada.
Las playas de Gijón están viendo como las dragas siguen haciendo su trabajo. Estas embarcaciones excavan los fondos marinos, para sacar a la superficie los materiales extraídos. Estas operaciones pueden hacerse tanto en canales navegables, como en embalses o en puertos.
Durante estos días, una draga situada en el puerto gijonés de El Musel, está realiando tareas de extracción de materiales frente a la playa de San Lorenzo, para la obra de ampliación del puerto. Los ecologistas piden que estas actuaciones se paralicen en la época estival, debido a la gran afluencia de turismo a la zona. Así lo han hecho saber al Ayuntamiento de Gijón y a la Autoridad Portuaria.
Dique Torres es la unión de empresas que está llevando a cabo los dragados desde hace meses "con dos potentísimas dragas de bandera holandesa" cerca del bajo de Las Amosucas, frente a la playa de San Lorenzo. De esta manera se obtienen materiales de relleno para los futuros muelles portuarios. Sin embargo, estas acutuaciones tiene en los ecologistas a sus detractores, que afirman que estas actuaciones "están generando turbidez en el agua de la bahía".
Su paralización es posible
El grupo ecologista expone que "de acuerdo con lo establecido en el plan de vigilancia ambiental recogido en la guía de buenas prácticas para la ejecución de obras marítimas, realizada por la ingeniera Ana Dizy (ex gerente de Dique Torres), a instancias de Puertos del Estado, se puede prohibir la realización de dragados y vertidos en las épocas del año "que coincidan con la mayor afluencia turística al entorno". Además, también se podrán prohibir "los que coincidan con la época de cría o levantamiento de la veda de especies de pesca".
Por último, el grupo convervacionista apunta que los dragados provocan "un sustancial empeoramiento de la calidad de las aguas de baño, con un sensible aumento de la contaminación y turbidez de las mismas". Esto supone que la imagen de las playas de la zona se deteriore y, con ello, que "la imagen turística de la cuidad pierda fuerza".
Nueva denuncia
Pero los ecologistas no están solos en su protesta contra los dragados que se están realizando en la playa de San Lorenzo. Según fuentes de la Autoridad Portuaria, el escritor e investigador, Marcelino Laureo Roa, ha presentado una denuncia formal considerando las obras como "un delito ecológico".
Roa explicó que "de los 30,54 millones de metros cúbicos necesarios para rellenar los nuevos muelles, unos 25 millones se van a obtener mediante el dragado de la bahía, con la consiguiente destrucción irreparable de los fondos marinos, de la riqueza biológica que albergan y la tantas veces citada erosión de la playa de San Lorenzo". A la protesta de los ecologistas y de Laureo Roa se une el malestar de los usuarios de la playa debido "a la suciedad visible en el agua". Esta circunstancia la relacionan con los dragados que se están llevando a cabo en la zona.