La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha participado en Londres, durante los días 25 y 26 de julio, en las sesiones ministeriales organizadas por el gobierno británico junto con 50 países para discutir sobre las principales cuestiones para la próxima Cumbre del Clima de Glasgow (COP26).
El encuentro -la primera cita presencial que reúne a los ministros tras la Cumbre del Clima de Madrid (COP25)- ha puesto el foco en el incremento de la ambición climática para lograr el objetivo del 1,5ºC, el refuerzo de la adaptación, la respuesta a las pérdidas y daños relacionados con los efectos adversos del cambio climático, la finalización del libro de reglas de París (y en concreto, el artículo 6) y la movilización de la financiación.
Cinco asuntos clave identificados por el presidente de la COP26, Alok Sharma, para los que se requiere una dirección política clara a menos de 100 días de la Cumbre.
COP26
Entre los temas discutidos, ha destacado la necesidad de dar respuestas globales a las prioridades de los países más vulnerables en materia de adaptación al cambio climático y resiliencia, tanto en las acciones concretas como en financiación.
“Es prioritario considerar y entender la importancia de la adaptación y la resiliencia en un contexto de emergencia climática”, ha señalado Teresa Ribera, designada por Alok Sharma para facilitar el diálogo ministerial sobre las soluciones en materia de adaptación para la Cumbre de Glasgow.
Un ámbito en el que se ha alcanzado un gran consenso: los países han entendido la necesidad de trabajar de manera urgente en esta agenda para garantizar el éxito de la COP26. “La de la adaptación es una agenda crucial, cada vez más importante para todos los países, pero especialmente para los más vulnerables”, ha apuntado la vicepresidenta.
“Es ineludible aumentar la escala de las infraestructuras resilientes a los impactos del cambio climático y para ello es importante saber dónde estamos. Necesitamos avanzar, no solo en términos de indicadores sino también creando capacidades, y Glasgow debe facilitar un espacio para poder debatir entre todos esos temas y tener una hoja de ruta clara para conseguir más acción en adaptación y más financiación en los próximos años”, ha señalado Ribera.
“Tenemos que resolver estas cuestiones globalmente para poder actuar localmente, permitiendo más financiación y mejor acceso a la misma, lo que tendrá muchos beneficios y ayudará a minimizar los impactos que se sufren ya en todos los países”, ha añadido.
Una mayor ambición climática
La vicepresidenta ha coincidido con Alok Sharma en la importancia de marcarse objetivos ambiciosos de cara la Cumbre de Glasgow (COP26) con especial énfasis en el necesario cumplimiento del objetivo del 1,5ºC que marca la ciencia.
En este sentido, Ribera ha insistido en que la ambición climática es algo que no se construye por sí solo, sino una cuestión de confianza mutua para la que tenemos que facilitar una transición que sea beneficiosa para todos. Una confianza que se ha de trabajar en el largo y el corto plazo: para ello son necesarias estrategias de descarbonización a 2050 y objetivos en el corto plazo más ambiciosos, coherentes con los establecidos en el Acuerdo de París, que deben aterrizar en acciones concretas.
La vicepresidenta ha recordado que este tipo de acciones ya comenzaron a impulsarse en la Cumbre de Madrid y ha incidido en la importancia de reforzar ese impulso en ámbitos como el transporte, la energía o la integración del pecio de carbono en el desarrollo de actividades. “Hoy sabemos qué decisiones nos han llevado a la crisis climática que vivimos y es nuestro deber ayudar a que las economías en desarrollo no cometan los mismos errores”, ha apuntado Ribera.
La participación de grandes economías, como Estados Unidos, China, Rusia o Brasil, junto con los países más vulnerables, ha permitido un mayor entendimiento entre las partes para ir dando pasos constructivos que harán de Glasgow un éxito.
Fuente: MITECO,