Científicos del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS) han estado monitorizando de cerca la evolución en este año del agujero de ozono sobre la Antártida y advierten que, tras registrar un arranque bastante normal, el agujero de ozono de 2021 ha crecido de forma notable en la última semana y ahora abarca una superficie superior a la de la Antártida.
“Este año, el agujero de ozono se ha formado según lo previsto al comienzo de la temporada”, asegura Vincent-Henri Peuch, director del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus, “pero después, conforme fue avanzando la temporada, se convirtió en uno de los agujeros de ozono más persistentes de nuestro registro de datos. Ahora, nuestras previsiones muestran que el agujero de este año ha alcanzado un tamaño algo más grande del habitual. El vórtice es bastante estable y las temperaturas en la estratosfera son incluso inferiores a las del año pasado. Estamos viendo un agujero de ozono bastante grande y, posiblemente, también profundo”.
Ozono vigilado
La monitorización operativa de la capa de ozono por parte del CAMS utiliza modelos informáticos junto con observaciones satelitales de manera similar al método utilizado para realizar predicciones meteorológicas a fin de ofrecer una imagen completa en tres dimensiones del estado del agujero de ozono. Para ello, CAMS combina de forma efectiva distintos datos disponibles.
Mediante la combinación de cinco fuentes distintas y su posterior agregación mediante su sofisticado modelo numérico, CAMS puede ofrecer una imagen detallada de la distribución del ozono con columnas totales, perfiles y dinámicas coherentes.
En su calidad de programa operativo, CAMS hace un seguimiento continuo de la calidad de sus resultados frente a las observaciones para beneficio de sus usuarios.
En cuanto a sus previsiones sobre ozono, CAMS revisa las prestaciones de su sistema frente a mediciones de “realidad de campo” efectuadas por sondas de ozono lanzadas sobre la región antártica por diversas entidades internacionales. Esta labor de seguimiento de la calidad constituye asimismo un factor importante para el desarrollo continuo del sistema gestionado por el CEPMPM.
Durante la temporada de primavera en el hemisferio sur, que transcurre entre agosto y octubre, se forma todos los años un agujero sobre la Antártida, que alcanza su nivel máximo entre mediados de septiembre y de octubre.
Cuando las temperaturas ascienden en la estratosfera —empiezan a aumentar a finales de la primavera en el hemisferio sur— el agotamiento se ralentiza, el vórtice polar se debilita hasta llegar a romperse y, hacia diciembre, los niveles suelen volver a la normalidad.
Fuente: CAMS, Vozpópuli,
Artículo de referencia: https://www.vozpopuli.com/next/ozono-agujero-antartida.html,