Los conservacionistas celebran la tan disputada prohibición de la retención de marrajos del Atlántico Norte adoptada este martes por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) como un primer paso para revertir el declive de esta población, gravemente sobreexplotada.
La prohibición constituye el eje central de un plan internacional de recuperación a largo plazo, el primero a escala internacional para esta valiosa y globalmente amenazada especie. Los responsables de las pesquerías de ICCAT acordaron que, en 2022 y 2023, se prohibirá todo tipo de retención de marrajos del Atlántico Norte, una medida que los científicos de ICCAT llevan aconsejando desde 2017. Sin embargo, la UE –que durante mucho tiempo ha acaparado la mayor parte de las capturas de marrajo– insistió en incluir una complicada fórmula que pueda ofrecer una vía para que algunas Partes reanuden los desembarcos tras la prórroga.
«Felicitamos a Canadá, al Reino Unido, a Senegal y a Gabón por abanderar esta protección histórica de fundamento científico a favor de los amenazados marrajos», dijo Shannon Arnold, coordinadora del programa marino del Ecology Action Centre.
«Hoy celebramos este avance decisivo, pero sabemos que la lucha para reforzarlo comienza mañana. De estas negociaciones se deduce claramente que la UE sigue centrada en reactivar la explotación lo antes posible. Por eso, para evitar los tejemanejes y que se produzca un retroceso en 2024, necesitamos que se sumen aún más países al debate y que luchen con el mismo ahínco con el objetivo de reconstruir la población».
Tiburones marrajos
Los científicos han recomendado que se prohíba la retención del marrajo dientuso en el Atlántico Norte, ya que se trata de la medida inmediata más eficaz para revertir el declive y regenerar la población en un plazo de unos 50 años. Numerosos países han planteado repetidamente esta prohibición, pero las propuestas de excepción contrapuestas de la UE y EE. UU. han impedido alcanzar un consenso durante años.
Al contar con una inmensa flota palangrera y aplicar una laxa gestión del marrajo, la UE sigue siendo la principal amenaza para la recuperación. La UE se hizo con el 74 % de las capturas de marrajo del Atlántico Norte en 2020 y no fijó su primer límite de capturas hasta este año. En el caso de España, la cifra se superó con creces durante el año pasado.
«Por fin disponemos de los cimientos de un plan de recuperación que supondrá un punto de inflexión, pero no llegará a buen puerto si perdemos de vista a la UE y a su atroz intención de reanudar la pesca una década antes de que se prevea el inicio de la recuperación», declaró Ali Hood, director de Conservación de Shark Trust.
«Sin embargo, ahora debemos centrarnos en la abrumadora ola de concienciación que nos ha ayudado a lograr este decisivo avance. Estamos profundamente agradecidos a quienes han alzado su voz por los marrajos (‘Voices for Makos’), es decir, a los continuos llamamientos de conservacionistas, buceadores, científicos, acuaristas, minoristas y representantes electos para proteger a este asediado tiburón».
Tiburones más valiosos
Apreciados por su carne, sus aletas y la práctica deportiva, los marrajos se encuentran entre los tiburones más valiosos. Su lento crecimiento los hace excepcionalmente vulnerables a la sobrepesca, al igual que a sus parientes, los marrajos carite. Ambas especies están clasificadas como «en peligro» a escala internacional por la UICN. Al estar incluidos en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), las Partes deben demostrar que las exportaciones de marrajos proceden de pesquerías legales y sostenibles.
«Nos alegramos de que Estados Unidos haya aceptado la prohibición de la pesca de marrajos que aconsejan los científicos y esperamos que esto marque un antes y un después en su acción a favor de la conservación de los tiburones», declaró Sonja Fordham, presidenta de Shark Advocates International. «Ante todos los compromisos y advertencias existentes sobre la grave situación de los marrajos, esta victoria no debería haber resultado tan difícil. Bajo el paraguas de ICCAT y la CITES, instamos a todas las Partes a adaptar unos compromisos más ambiciosos respecto a los marrajos y a esforzarse por aumentar y no relajar este crucial esfuerzo de recuperación».
La nueva medida insta a los científicos a que examinen las tendencias de las capturas de marrajos, que siguen sin estar protegidos más allá de las aguas estadounidenses. ICCAT aún no ha abordado el consejo de los científicos de limitar las capturas de marrajo del Atlántico Sur, pero sí ha acordado dar a conocer entre las Partes el límite total de capturas de tintorera del Atlántico Sur tan pronto como el año que viene. La muy popular propuesta de reforzar la prohibición de cercenamiento de aletas de ICCAT, que pretendía prohibir esta práctica en los propios mares, fue bloqueada una vez más por Japón.
Fuente: Shark Trust,