En un artículo recién publicado en ‘Monthly Notices of the Royal Astronomical Society’, un equipo de astrónomos de las universidades alemanas de Potsdam y Tübingen confirman que las superficies de estas estrellas son totalmente diferentes a cualquier otra cosa observada hasta la fecha.
Normalmente, la superficie de las estrellas está formada por hidrógeno y helio, que son los materiales que les sirven de combustible. Pero estas nuevas estrellas están recubiertas por carbono y oxígeno, que son los productos de la combustión nuclear del helio, lo cual supone todo un enigma que ningún modelo actual de evolución estelar es capaz de explicar.
Además, y por si fuera poco, el tamaño y la temperatura de estas inusuales estrellas indican que aún están quemando helio en sus núcleos, una propiedad que solo se ve en una etapa mucho más avanzada de la vida de las estrellas.
«Normalmente -explica Klaus Werner, autor principal del artículo- esperamos que las estrellas con estas composiciones superficiales ya hayan terminado de quemar helio en sus núcleos y estén en camino de convertirse en enanas blancas. Estas nuevas estrellas constituyen un enorme desafío para nuestra comprensión de la evolución estelar».
Primer intento de explicación
En su estudio, el equipo de investigadores no ofrece ninguna explicación concreta, pero en un segundo artículo de la misma revista otro grupo de astrónomos, esta vez de la Universidad de La Plata y el Instituto Max Planck, aceptan el desafío y proponen la primera explicación posible para la formación de una estrella de este tipo. Y su solución es por lo menos tan intrigante como las propias estrellas.
«Creemos -afirma Marcelo Miller Bertolami, que ha dirigido el estudio- que las estrellas descubiertas por nuestros colegas alemanes podrían haberse formado en un evento de fusión estelar muy raro entre dos estrellas enanas blancas».
Las enanas blancas son auténticos cadáveres estelares, lo que queda de estrellas que han consumido todo su combustible nuclear y se han desprendido de sus capas externas. El resto, por efecto de su propia gravedad, se comprime en un objeto mucho más pequeño y denso que la estrella original.
Con el núcleo ya inactivo, estas pequeñas estrellas, como las ascuas que quedan tras un fuego en una chimenea, se consumen lentamente a lo largo de miles de millones de años. Cuando dos de estas estrellas se orbitan de cerca en un sistema binario, su órbita mutua tiende a estrecharse hasta que ambas se fusionan, produciendo una ‘sacudida’ en el espacio-tiempo que se transmite por medio de ondas gravitacionales.
Sin embargo, hasta ahora todas las fusiones conocidas entre enanas blancas han dado como resultado a una composición estelar predecible. Por eso los astrónomos proponen que las nuevas estrellas y sus extrañas superficies podrían ser el producto de la colisión de dos enanas blancas con composiciones muy distintas.
Estrellas: enanas blancas
«Normalmente -explica Miller Bertolami- las fusiones de enanas blancas no conducen a la formación de estrellas enriquecidas en carbono y oxígeno, pero creemos que, para los sistemas binarios formados con masas muy específicas, una enana blanca rica en carbono y oxígeno podría verse alterada, y terminar chocando contra otra rica en helio, lo que llevaría a la formación de estas estrellas».
Por supuesto, se trata solo de un primer intento de explicación para algo que nunca se había visto antes, pero aún no existe ningún modelo estelar que pueda explicar las propiedades observadas en estos nuevos astros. El equipo de investigadores seguirá trabajando para tratar de comprender la naturaleza de estos nuevos y extraños objetos estelares. Mientras, seguirán siendo un misterio.
Fuente: José Manuel Nieves / ABC
Artículo de referencia: https://www.abc.es/ciencia/abci-descubren-tipo-estrella-nunca-observada-hasta-ahora-202202171041_noticia.html