La Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) presentaron ayer los resultados de un estudio que refleja la posibilidad de reducir el 80 por ciento de la contaminación en el Mediterráneo provocada por el vertido de residuos y las emisiones industriales en el horizonte de 2020.

Para ello, el estudio defiende la creación del Programa de Inversión para Zonas Sensibles en el Mediterráneo, dirigido en exclusiva a descontaminar el Mediterráneo en colaboración con los nueve países cubiertos por la Política de Vecindad de la UE: Marruecos, Túnez, Egipto, Israel, Siria, Jordania, los territorios palestinos, Líbano y Argelia.

El estudio rebaja de 131 a 44 los "proyectos prioritarios" de descontaminación en el Mediterráneo con el objetivo de agilizar la puesta en marcha de los proyectos, de manera que "sus efectos" puedan divisarse en el horizonte de 2020, explicó el vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones, Philippe de Fontaine Vive Curtaz, en rueda de prensa.

Los proyectos estarán centrados fundamentalmente en reducir el caudal de aguas residuales al mar, en el tratamiento de aguas residuales sólidas y en luchar contra las emisiones industriales, las tres fuentes de contaminación que "representan el 80 por ciento de toda la contaminación en el Mediterráneo", explicó la funcionaria de la Comisión, Soledad Blanco. "Atajando primero estas tres cuestiones, estaremos en condición de reducir hasta en un 80 por ciento la contaminación total" en el horizonte de 2020, agregó.

El BEI y la Comisión aportarían, junto a otros organismos o particulares que quieran contribuir a la descontaminación del Mediterráneo, 2.100 millones de euros, "el coste estimado para contribuir a financiar los proyectos seleccionados en base a criterios de potencial de reducir la contaminación, sostenibilidad y durabilidad de sus efectos en el tiempo, así como garantías financieras para desarrollarlos.

Asistencia técnica

Además, ambos organismos están dispuestos a "ofrecer asistencia técnica" para agilizar la realización de los 44 proyectos de descontaminación en Marruecos, Túnez, Egipto, Israel, Siria, Jordania y los territorios palestinos, sin descartar otros proyectos adicionales en Líbano y Argelia. La asistencia técnica, dijo, contará con un presupuesto de 3 millones de euros, explicó De Fontaine.

No obstante, advirtió de que son los países "soberanos" quienes deciden cuándo lanzar los proyectos ya que ni la Comisión ni el BEI trabajan con "un calendario" de ejecución de proyectos. El estudio identifica como proyectos prioritarios, entre otros, un proyectos para el tratamiento de los residuos domésticos en El Cairo (Egipto, la rehabilitación del río Jordán (Jordania, la rehabilitación de un vertedero para tratar residuos sólidos en Haifa (Israel o la construcción de un vertedero para procesar residuos sólidos en la provincia siria de Lattakia, entre otros.

60 por ciento de las aguas residuales, al mar

El estudio, realizado en el marco de la iniciativa "Horizonte 2020 del Ejecutivo comunitario" –su principal instrumento para la descontaminación del Mediterráneo–, asegura que "más de la mitad de las zonas urbanas con poblaciones superiores a los 100.0000" habitantes en los países del sur y este del Mediterráneo "no cuentan con plantas para el tratamiento de las aguas residuales".

Ello significa que "el 60 por ciento de las aguas residuales de estos centros urbanos acaba vertido directamente al mar". Además, según el estudio, el 80 por ciento de los centros y vertederos en la región no están sujetos a ningún tipo de supervisión ni control. Para revertir esta situación, el informe reclama una mayor coordinación entre todos los actores que trabajan en esta área, incluidos Comisión y Banco Europeo de Inversiones ya que, hasta ahora, cada institución trabajaba con sus propios medios" por su cuenta, agregó. Por ello, la financiación de estos proyectos estará abierta no sólo a la Comisión Europea y al BEI, sino también a "cualquier que quiera contribuir" a la descontaminación del Mediterráneo, sin descartar la participación de los países del Golfo y de capital privado, explicó De Fontaine, también director del Fondo Euro-Mediterráneo de Inversión y Asociación (FEMIP) del BEI.

Dicho Fondo fue creado en 2002 para apoyar el desarrollo e impulsar el sector privado en los países del Mediterráneo en los sectores de la energía, transportes y telecomunicaciones, medio ambiente, capital humano y social e industria, turismo y servicios. La idea, explicó De Fontaine, es que "progresivamente el FEMIP se transforme en un banco para el desarrollo real" en la región.

Preguntado por la multiplicidad de instrumentos para cooperar con el Mediterráneo, el vicepresidente del BEI aseguró que el estudio también "tiene en cuenta" la iniciativa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, para relanzar el Proceso de Barcelona: Unión por el Mediterráneo. París acogerá el próximo julio su primera cumbre, donde el presidente galo espera concretar iniciativas específicas de cooperación entre ambas orillas del Mediterráneo en aspectos que incluyen la descontaminación del Mediterráneo.

A este respecto, Blanco admitió la necesidad de "evitar duplicar esfuerzos", motivo por el cual Bruselas "está en contacto permanente con las autoridades francesas". No obstante, recordó que la propuesta de la Comisión Europea y del Banco Europeo de Inversiones no está diseñada para crear nuevas instituciones sino para emplear "los mecanismos existentes". "Nosotros hemos realizado un trabajo preparatorio que (la iniciativa de Sarkozy puede utilizar si lo desea", concluyó.



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