Con el paso del tiempo, las tuberías pueden tener ciertos desgastes y deterioros que podrían llegar a su inutilización. Por esta razón, existen pruebas que se llevan a cabo para comprobar el estado en el que se encuentran; en base a ello, se emplearán recursos para solucionar el problema, o directamente se solucionarán. A esto es a lo que se conoce como pruebas de estanqueidad y las deben llevar a cabo empresas especializadas. En base a los resultados que se obtengan, se tomarán unas medidas u otras.
También son conocidas como pruebas/ensayos de fugas y se emplean principalmente para garantizar que el sistema es capaz de cumplir con el objetivo para el que ha sido creado. Por ejemplo, podría garantizarnos que la arquitectura de tuberías es correcta y que no está produciendo ningún tipo de daño al medio ambiente.
¿Qué son las pruebas de estanqueidad?
Lo cierto es que no hay únicamente un tipo de prueba. Todo dependerá de la tubería que se quiera evaluar, del presupuesto que se tenga, así como de lo que se quiera conseguir. Lo más habitual es que se lleven a cabo pruebas de medición de presión y de ensayos de vacío, aunque también existen otras a tener en cuenta (como la de ensayo de fugas de helio, ensayo directo de burbuja o prueba de tintas penetrantes).
El procedimiento que se sigue en las pruebas de estanqueidad es añadir algún fluido en un apartado de la red de tuberías a estudio. Este fluido podría ser de diferente naturaleza: lo más común es que sea agua o aire, pero se puede seleccionar dependiendo de la prueba que se quiera llevar a cabo. Después de introducir este nuevo elemento en el segmento, se estudiará la presión del agua en base a unos parámetros de tiempo.
Hasta la fecha no es un tipo de trámite obligatorio en nuestro país, aunque sí que es cierto que muchas empresas constructoras las solicitan a la hora de llevar a cabo diferentes tipos de acciones. Para garantizar que las pruebas han sido satisfactorias, se emite lo que se conoce como un certificado de estanqueidad.
¿Existe alguna normativa que regule las pruebas de estanqueidad?
Teniendo en cuenta su razón de ser, existe una norma que se encarga de controlar las particularidades más importantes sobre las pruebas. Se trata de la Norma UNE-EN 1610 que versa sobre la Instalación y pruebas de acometida y red de saneamiento. También se debe considerar la norma EN 1288 que tiene en cuenta los sistemas de construcción sin zanja.
La UNE-EN 1610 se aplica en diferentes ámbitos, tanto en aquellos relacionados con la construcción en general, como en desagües, alcantarillados, así como a sistemas que normalmente están enterrados debajo del suelo. También podría aplicarse a otros entornos relacionados.
Por lo general, estos sistemas funcionan debido a la gravedad y se verán sobrecargados en el caso de que la presión sea igual o superior a los 0.5KPA. Como dato de interés, también es posible que se contemplen otras legislaciones (tanto a nivel local, como internacional).
La importancia de las pruebas de estanqueidad
El principal problema de las tuberías es que su reparación es cara, y todavía lo es más su sustitución. En el caso de que el problema llegase a más y no se hubiese detectado, el coste de su reparación se incrementará hasta precios prohibitivos. Son las infraestructuras más caras que existen.
Lo que se pretende con las pruebas de estanqueidad es estar prevenidos ante cualquier problema, como podría ser una fuga. Aunque si bien es cierto que el coste de la reparación puede ser alto aunque se actúe a tiempo, siempre será mejor que si el problema se hubiese vuelto más grave.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de las tuberías están ocultas (bien bajo tierra, detrás de las paredes o en cualquier otro lugar). Si se produce una fuga en una tubería podría inundar el lugar, y no nos daríamos cuenta hasta que fuese demasiado tarde. Con estas pruebas podemos evitar que este escenario pueda llegar a ocurrir.
Las empresas que se especializan en llevar a cabo las pruebas de estanqueidad utilizan lo último de lo último en tecnología para localizar problemas: por ejemplo, es habitual recurrir a las cámaras CCTV. Este método consiste en introducir una cámara en la tubería y visualizar a través de una pantalla en tiempo real lo que está ocurriendo.
Si esto no funcionase, se llevarían a cabo las pruebas de estanqueidad. A diferencia de otros métodos más agresivos, no requieren de tener que abrir el suelo o las paredes hasta llegar a la cañería en cuestión. La frecuencia con la que se debe llevar a cabo estas pruebas es variable: dependerá de la empresa, de la arquitectura con la que se está trabajando, entre otros factores.
Fuente: Redacción Ambientum