La Comisión Europea publicó el viernes un informe en el que reclama dotar a la Política Común Pesquera de un enfoque ecosistémico para la ordenación del medio ambiente marino con el objeto de velar por los ecosistemas marinos y proteger el equilibrio ecológico de los océanos, ya que sólo así, aduce, se conseguirá garantizar a largo plazo la sostenibilidad de la actividad pesquera en la Unión Europea como fuente de riqueza y bienestar para generaciones futuras. El texto recomienda además a los Estados miembros a utilizar el Fondo Europeo de Pesca para fomentar dicho enfoque.
El objetivo de dicho enfoque es "minimizar el impacto de la pesca en el entorno marino, reduciendo la presión global ejercida por la pesca". Asimismo persigue garantizar que las medidas adoptadas en el sector contribuyen a "proteger hábitats y especies vulnerables, evitar distorsiones de la cadena trófica y salvaguardar la integridad de los principales procesos ecosistémicos, creando así un entorno marino sano en el que puedan prosperar el sector pesquero y otras actividades humanas sostenibles".
El comisario de Pesca y Asuntos Marítimos, Joe Borg, recalcó en un comunicado que "proteger la integridad de nuestro medio marino no es sólo un fin en sí, que es sobre todo una condición "sine qua non" para la sostenibilidad y el futuro del sector marítimo". "Sin unos ecosistemas sanos –advirtió– las poblaciones de peces no pueden prosperar y las pesquerías no pueden ser rentables".
Por ello, el enfoque ecosistémico, que se está aplicando de forma progresiva de acuerdo con una normativa comunitaria de 2002, pasa por garantizar una gestión sostenible de los recursos acuáticos vivos dentro de unos "límites ecológicos válidos" y "reducir al máximo el impacto directo e indirecto de las actividades pesqueras sobre el funcionamiento, la diversidad e integridad de los ecosistemas en el futuro".
Reducir la presión de pesca
La aplicación de dicho enfoque requerirá, en última instancia, "reducir la presión de la pesca" que, en la actualidad, "alcanza unos niveles insostenibles en la mayoría de las pesquerías comerciales de la UE", recuerda Bruselas. Pero también resultará necesario, aduce el Ejecutivo comunitario, reducir tanto la tasa de mortalidad de poblaciones de peces objetivo, así como las de especies que se capturan de forma accesoria, algo que se está empezando a materializar gracias a los planes plurianuales con objetivos y metas en este sentido.
La Comisión defiende también impulsar una política pesquera respetuosa con los hábitats marinos. En los últimos años se ha hecho cada vez más hincapié en el establecimiento de una red de espacios marinos protegidos. Desde 2002 se vienen aplicado algunas medidas para intentar solucionar problemas ecológicos concretos, incluidos la protección de hábitats vulnerables y adopción de medidas provisionales de protección de espacios a la espera de incorporarles a la red Natura 2000.
Otras medidas impulsadas desde Bruselas tienen por objetivo la reducción de las capturas accesorias de mamíferos marinos, la conservación de poblaciones específicas de las que dependen colonias de aves marinas como los lanzones o planes de acción para proteger especies como las propias aves marinas o los tiburones, así como la prohibición de prácticas de pesca destructivas.
La Comisión espera que, a largo plazo, estas medidas se traduzcan en una reducción del impacto de la pesca sobre los ecosistemas y en un aumento de los beneficios para el sector pesquero, a medida que las poblaciones de peces van recuperando su productividad.