El mundo necesita de nuestra atención para que podamos vivir en un planeta saludable. Este es un hecho indiscutible y al que todos deberíamos prestar atención. A lo largo de nuestro día a día como ciudadanos, tenemos la posibilidad de realizar diferentes acciones de cara a mejorar la salud del medioambiente: ahorrar agua, energía o reciclar son algunos ejemplos.
Además de ello, a nivel de empresa también podemos conseguirlo, apostando por ejemplo por la impresión sostenible. Así, encontramos a modo de muestra artículos de escritura ecológica que podemos personalizar y con ello, impresionar a nuestros clientes a través del obsequio y nuestro valor sostenible. En este artículo analizaremos todo lo relacionado con la impresión sostenible.
¿En qué consiste la impresión sostenible?
Cuando hablamos de impresión sostenible, nos estamos refiriendo a llevar a cabo distintas acciones para que la impresión contamine lo menos posible. Es decir, se centra en la sustitución de algunos aspectos que pueden ser perjudiciales para el planeta por otros que no sean tan dañinos. Estos elementos son la tinta, los materiales o bien, la tecnología propia de la impresión. Además, no olvidamos el hecho de intentar usar lo menos posible el plástico.
Si hacemos alusión a la tinta sostenible, debemos hacer mención que son las que se realizan mediante materiales que contaminan en menor cantidad que las que conocemos de toda la vida. Su aspecto más singular es que cuentan con escasos compuestos orgánicos volátiles (COV). En el mercado, hallamos distintos tipos de tintas ecológicas, dependiendo de cuáles sean los componentes que contienen. Algunas de ellas emplean agua o bien, compuestos vegetales e incluso, látex.
Por otra parte, tenemos la opción de escoger el papel sostenible por ejemplo para artículos de papelería. En este caso, se basa en el que se ha elaborado mediante diferentes elementos relacionados con el proceso de sostenibilidad. En el caso de la madera de este tipo de papel, encontramos que se ha extraído a través de bosques que están controlados y que tienen la certificación para tal fin. Asimismo, durante la creación del mismo, se produce una menor cantidad de vertido, así como de emisiones tanto al agua como a la atmósfera.
En cuanto a su elaboración, se emplean energías que son más limpias. Como ejemplo, encontramos la térmica y la eléctrica y no solo eso, sino que para la realización del papel, se usa dióxido de cloro, ozono y oxígeno, materiales que contaminan en menor cantidad que el cloro gas, que es el que se usa en el papel de toda la vida y que es muy nocivo.
¿Cuál es el futuro de la impresión sostenible?
Una vez conocemos en qué consiste el concepto de la impresión sostenible, es el momento de mirar hacia el futuro y ver cuál es su situación. Las empresas dedicadas a la impresión, disponen a día de hoy de tecnologías y herramientas que utilizan día a día, alineadas en todo momento con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se han fijado. Estos, se crearon exclusivamente para crear un mundo que tuviese menor cantidad de emisiones, así como de contaminación.
Las compañías que sean más tradicionales, deberán esforzarse por encontrar métodos de funcionamiento que fomenten la impresión sostenible. De este modo, se apostará por la eficiencia energética de las maquinarias que emplean y se reducirá la huella de carbono de los procesos a realizar.
Hay que destacar también el concepto de la prefabricación. Se trata de un proceso que proporciona productos que destacan por su calidad y su durabilidad, pero a su vez, también lo hacen por su reducido impacto sobre el medioambiente. Los fabricantes no dudan en tenerlo en cuenta debido a que es decisivo para la futura conservación del planeta. Grandes empresas están apostando desde hace un tiempo por ello y la realidad es que se suministran cada vez más equipos de este tipo.
Con la refabricación, también conseguimos reducir hasta en un 80% las emisiones de CO2 procedentes de distintos aspectos de la fabricación, por lo que es una ventaja destacable a tener en cuenta. Sus ventajas son numerosas, pero la triste realidad es que su uso no es excesivamente frecuente. Es una acción que necesita de la industria tiempo para poder hacer un ejercicio innovador y discurrir acerca de qué partes del producto son las que deben permanecer y cuáles no.
Por todo ello, se vislumbra un panorama para la impresión sostenible donde la mayor responsabilidad recae sobre las empresas. Ellas son las que deben aceptar la situación y realizar el esfuerzo de inversión de los nuevos procesos, siempre que quieran sumarse a la economía circular. La realidad es que la sosteniblidad y la impresión deberán ir juntas. La sostenibilidad en el mundo de la impresión irá más allá del ahorro de papel o del uso del papel reciclado que hemos comentado anteriormente. Asimismo, implica la revisión de toda la cadena de valor e identificar que pueda mejorarse o bien, cómo se pueda llevar a cabo.
Fuente: Redacción Ambientum