En los últimos años el compost se ha introducido en el mercado con una fuerte demanda de sustratos y variados. Se ha convertido en un producto deseado por la problemática derivada de la importación de materiales como la turba, la necesidad de proteger los recursos, su rentabilidad y competitividad, la elevada producción de residuos y subproductos; y los costes elevados de los vertederos y los sistemas de tratamiento. Además, hay otra cuestión importante: es una solución perfecta dentro de la denominada economía circular y un apoyo en el desarrollo de las estrategias ODS (Objetivos del Desarrollo Sostenible).
¿Qué es el compost?
Es un producto que se obtiene de manera biológica por la oxidación de la mezcla de materia orgánica en descomposición que se llama “compostaje” y donde actúan determinados microorganismos, los cuales se encargan de degradar materiales de origen orgánico. Presenta un aspecto que parece tierra y no huele ni tiene elementos patógenos. Es utilizado como abono de fondo o sustituto parcial o total de fertilizantes químicos ya que presenta un alto contenido en materia orgánica y nutrientes.
La principal ventaja que presenta el uso del compost es que permite eliminar y reciclar de manera segura muchos residuos orgánicos biodegradables que pueden utilizarse para la producción agrícola y de esta manera se evitan problemas de contaminación ambiental que se produciría si se abandonan o se vierten.
Además, se favorece la productividad de la tierra sin necesidad de aplicar otros productos químicos de síntesis que repercuten de manera favorable a la agricultura. La materia orgánica que se aporta contribuye a mejorar la estabilidad de la estructura de los agregados del suelo y se aumenta la capacidad de la retención hídrica del suelo.
La materia orgánica que se aporta es muy buena para mejorar la estabilidad de la estructura de los agregados del suelo agrícola. De este modo se aumenta la capacidad de retención hídrica del suelo mediante la formación de agregados.
Una basura más limpia y en menor cantidad en vertederos
Con el uso del compost también se contribuye a la reducción de residuos sólidos urbanos que se destinan a los vertederos y las plantas de tratamiento que evitan problemas de contaminación de suelos o emisión de gases nocivos a la atmósfera.
Al ser un fertilizante completamente natural, sin aditivos, contribuye a mejorar la estructura del suelo, protege contra la erosión y sirve como sustrato para cultivos, jardines, parques… por lo que se puede decir que mejora las propiedades del suelo. La aportación de micronutrientes es muy favorecedora.
A nivel social también aporta beneficios como fomentar la participación ciudadana, valores como la responsabilidad, el trabajo en equipo o el respeto por otras personas. Supone una buena forma de educación medioambiental y un ahorro en los gastos de recogida y gestión de los residuos orgánicos para los territorios.
La utilización de compost contribuye a mejorar la actividad biológica del suelo, ya que la materia orgánica aportada supone una fuente de energía y nutrición para los microorganismos presentes en el suelo. No sólo se puede utilizar como abono parcial o total, sino que también se puede utilizar como acolchado en plazas municipales, parques, etc.
Su uso requiere un menor consumo de terreno, menor impacto sobre el paisaje, el suelo y las aguas subterráneas ya que se reduce el volumen de residuos que se va al relleno. Es un producto comercializable, ya que son cada vez más los agricultores y particulares que deciden elegir el compostaje para aplicar en sus cultivos, jardines, pastizales, viveros, etc.
Su importancia radica también en que contribuye a la lucha contra el cambio climático mediante la fijación de dióxido de carbono en los suelos, los grandes sumideros de carbono.
Fuente: STOP CAMBIO CLIMÁTICO
Artículo de referencia: https://stopcambioclimatico.azurewebsites.net/2022/08/26/que-beneficios-tiene-el-compost-para-el-medio-ambiente/