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La conservación del océano se discute en dos grandes negociaciones para garantizar su preservación como patrimonio de la humanidad, como medio para el futuro de más de 3.000 millones de personas que viven de sus ecosistemas, y para salvaguardarlo de la industria minera que sigue con interés las decisiones que se adopten en los dos foros de negociación, han explicado a EFE expertos consultados.

Océano, dos negociaciones

En Nueva York, en la quinta reunión del Comité de negociación de la ONU se negocia la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad en alta mar, es decir más allá de la jurisdicción nacional de cada país, que representa el 64% del océano y el 45% del planeta, en unas conversaciones que llevan varios años y se suspendieron en verano y se prevé se reanude en 2023.

Mientras, en Kinsgton (Jamaica), sede de la Autoridad internacional de los Fondos Marinos (International Seabed Authority, ISA) se discute sobre si debería haber explotación de los recursos mineros bajo el fondo del mar y cómo realizarla. El experto en política y gobernanza marina, Rémi Parmentier, ha explicado a EFE que las conversaciones «seguramente se retomen en 2023» porque hasta final de año hay varias reuniones internacionales.

Pesca de arrastre

En relación a la polémica sobre el reglamento de ecosistemas marinos vulnerables de la Comisión Europea que prohíbe la pesca de arrastre en 87 áreas en Europa (más de 16.000 kilómetros cuadrados) y que el ministro español de Pesca, Luis Planas, afirmó que se había suspendido su aplicación, Parmentier ha señalado que España debe contar con «un auténtico ministerio del Mar», que defienda la productividad de los ecosistemas marinos y la pesca artesanal, no este Ministerio de Agricultura y Pesca que «solo defiende los intereses creados por la pesca industrial».

El director de la consultora Grupo Varda se ha mostrado preocupado ante la decisión de España, Francia e Irlanda de recurrir la decisión europea, ya que la pesca de arrastre daña ecosistemas «valiosos y vulnerables», identificados por su «gran valor, sobre todo por los corales de agua fría que se encuentran en estas zonas». Es una posición «contradictoria» y va en contra de la posición de España de proteger no solo alta mar en el marco de las negociaciones de la ONU, sino también de proteger el 30% del océano para 2030″.

Parmentier ha recordado que la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, es integrante del grupo de líderes mundiales de la propuesta 30/30 para proteger la naturaleza, por lo que sugiere que es necesario los dos ministerios «afinen sus partituras».

Aprovechamiento genético del océano

En cuanto al aprovechamiento genético de los recursos marinos, ha subrayado el riesgo de biopiratería «que es analógico» al que sucede con los recursos en los ecosistemas biodiversos terrestres, especialmente de bosques tropicales.

Ha explicado que el protocolo de Nagoya recoge un reparto equitativo de los recursos genéticos en tierra, «pero esto no se aplica a los de altamar», por lo que en las negociaciones sobre el océano uno de los capítulos en discusión es el «reparto de los beneficios de la explotación de los recursos genéticos», más conocido como la «herencia común de la humanidad».

Un tema muy controvertido, porque de las exploraciones del fondo del mar pueden surgir «las medicinas del futuro» y para evitar la «biopiratería», Parmentier cree que es necesario actualizar el Convenio del Derecho del Mar -se adoptó hace cuarenta años-, ya que entonces «no se tenía idea de los recursos del fondo marino y sus posibles aplicaciones para la medicina, la farmacéutica o la cosmética, entre otros beneficios».

Además, según el experto, los países en vías de desarrollo han puesto como requisito indispensable el aclarar este tema para la firma de cualquier tratado, la creación de áreas marinas protegidas (AMP), mecanismos para compartir los conocimientos científicos y mejorar la capacidad de la cooperación de la ciencia y la exploración de los fondos del mar.

Parmentier recordó que «el 90% del fondo del mar no ha sido explorado todavía» y es difícil definir poner una cifra exacta sobre el número de especies que se conocen. Señaló que en la COP27 de Egipto se tratarán temas como la «reparación de los daños y la financiación», temas clave, pero «hay que resolver las diferencias» entre países desarrollados y los en vía de desarrollo porque el Acuerdo de París «es frágil» si los países no cumplen sus compromisos.

Minería marina

En relación a la minería marina, el exmiembro de Greenpeace subrayó que tenemos la «oportunidad histórica de parar el daño antes de que se produzca», de aplicar el «principio de precaución e impedir que empiece», porque una vez que los «intereses que se crearon están en marcha es muy difícil frenar el daño» que podrían destruir ecosistemas que no se conocen.

España es uno de los países que pidió una «pausa precautoria», una moratoria, al igual que Chile, Costa Rica, así como algunos países isleños del Pacífico sur como Fiyi, Samoa, entre otros. Además, recuerda Parmentier que el presidente francés, Emmanuele Macron, en la Conferencia del océano en Lisboa, dijo que había que «parar estas veleidades». Manifiesta que la minería en el fondo del mar aceleraría la crisis climática al no poder aún asegurar que el dióxido de carbono (CO2) acumulado durante siglos no se emitiría a la atmósfera favoreciendo el calentamiento global, un fenómeno que «irá a más».

Sobre la elevación del nivel del mar, ha remarcado, «hay una falta de voluntad de ver la realidad de frente», porque 3.000 miles de millones de personas -según la ONU- viven del mar y a nivel del mar, por lo que es necesario anticiparse a las consecuencias, porque se está precipitando a un ritmo mucho más acelerado que incluso el propio Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) había previsto.

Acelerar la mitigación del cambio climático

«Es ineludible» y esto debería animar a los gobiernos a acelerar la mitigación del cambio climático, es decir, limitar las emisiones con la transición energética porque cada fracción de grado celsius por arriba o por abajo tiene su significado y preparar la adaptación climática. Es necesario adaptar el desarrollo y el futuro de las gentes del litoral y en el litoral, de lo contrario, el futuro nos depara unas migraciones masivas por este fenómeno, ha concluido.

Por su parte, Matthew Gianni, consultor y asesor de la organización Deep Sea Conservation Coalition, ha coincidido con Parmentier en la necesidad de potenciar el «principio de precaución» o marotoria a la minería marina para conservar el océano, un «patrimonio de la humanidad» y señaló que sería un error entregar «este bien común» a manos de compañías privadas».

Ha explicado que Chile ha pedido una ampliación de la moratoria a 15 años más para no autorizar la minería, una petición que apoyan Holanda o Nueva Zelanda. Además, según Gianni, el bloque de 47 países africanos envió una carta al Consejo de la ISA negándose a la concesión de la autorización a la minería marina.

En relación al bloque Latinoamericano, liderado por Costar Rica en las negociaciones de la ISA, identifica a diez países que claramente han expresado su oposición a la concesión de autorización a las actividades mineras, y según Gianni, cada vez hay más países que se unen a la petición de una moratoria a estas actividades hasta que no haya una regulación clara.

Fuente: mluquillas / EFE VERDE

Artículo de referencia: https://efeverde.com/oceano-proteccion-global-fondos-marinos/



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