FUENTE: FREEPIK

Los océanos son grandes masas de agua salada que ocupan más del 70% de la superficie de la Tierra, albergando el 97% del agua que existe en nuestro planeta. En la Tierra hay cinco océanos que ocupan toda la extensión del planeta: Pacífico, Atlántico, Índico, Ártico y Antártico.

Los cinco océanos de nuestro planeta albergan millones de especies animales y vegetales que se ven amenazadas por la terrible contaminación marina que llevan sufriendo durante décadas. Los seres humanos hemos convertido estos ecosistemas acuáticos en auténticos vertederos, provocando de esta manera la contaminación de los océanos.

Hasta la década de los años 70, los seres humanos teníamos la creencia popular de que, debido a las grandes cantidades de agua que podemos encontrar en los océanos, tenían la capacidad de poder diluir todos los contaminantes que vertimos al mar sin que hubiera consecuencias para estos medios acuáticos, con la esperanza de que desaparecieran en el fondo de estas grandes masas de agua.

Durante todos esos años, se vertieron a los mares miles de residuos químicos, residuos radioactivos y aguas residuales sin tratamiento. Sin embargo, contra todo pronóstico para el pensamiento infundado de aquella época, los contaminantes no se diluyeron en el fondo de los mares, sino que se han acumulado y distribuido por todo el planeta, llegando a lugares tan remotos como la Antártida o la fosa de las marianas, donde los seres humanos no estamos tan presentes como en otros lugares del planeta.

Las industrias deben establecer políticas propias para deshacerse de sus residuos, pero también cada una de las personas pueden tomar las decisiones más adecuadas a la hora de deshacernos de nuestra basura.

Las consecuencias de la contaminación de los océanos son diversas y numerosas. Las malas prácticas que provocan un mayor impacto en los océanos son:

  • Pérdida de biodiversidad marina: Es la principal consecuencia de la contaminación marina. Las especies que habitan en los fondos marinos se están extinguiendo más rápido que las especies terrestres por culpa de la contaminación marina, que está eliminando o modificando los hábitats naturales en los que viven.
  • Escasez de agua potable: La ONU ha reiterado en varias ocasiones que miles de millones de las personas que habitan el planeta no tienen acceso a agua potable ni a un adecuado saneamiento de la misma, sobre todo en zonas rurales.
  • Acidificación de los océanos: Las industrias no solo generan grandes cantidades de residuos, sino que también ocasionan muchas emisiones de gases de efecto invernadero. El CO2 se disuelve en el agua de los océanos, provocando una disminución del pH del agua y por tanto una acidificación de la misma.
  • Eutrofización de las aguas: Las algas y bacterias crecen sin ningún tipo de control, consumiendo el oxigeno del agua e impidiendo el paso de la luz solar. Numerosas especies ven amenazada su supervivencia por culpa de este fenómeno.
  • Aumento de la temperatura y disminución del oxígeno: De esta manera, se produce una alteración la proliferación de determinadas especies que habitan en mares y océanos. Al incrementarse la temperatura del agua, disminuye se oxígeno. Un ejemplo muy claro de esto es la muerte de los arrecifes de coral, eliminando así el hábitat de muchas especies marinas.
  • Cambios fisiológicos y muerte de organismos acuáticos: Cuando las aguas residuales llegan a las aguas marinas, llegan contaminadas por productos químicos y nocivos, provocando un impacto muy negativo para los mares y océanos.
  • Grandes cantidades de plástico acumuladas en la superficie marina: Prueba de ello es el llamado «mar de plástico» que se formó en el océano Pacífico entre Hawái y California. Su extensión era más grande que numerosos países europeos, entre ellos España.

Consejos para luchar contra la contaminación marina

El agua es el recurso natural más importante que hay en nuestro planeta. Reducir la contaminación de los océanos debe ser un objetivo de toda la población mundial para ayudar a mejorar la salud del planeta. Podemos realizar diferentes acciones a diario que ayuden a luchar contra la contaminación marina:

  • Reducir el consumo de productos de plástico: Los plásticos tardan aproximadamente 1.000 años en degradarse, provocando efectos muy negativos para los océanos y el medio ambiente. Consumir menos plástico es fundamental para lograr la sostenibilidad del planeta. Debemos evitar los plásticos de un solo uso como los vasos, platos, pajitas o cubiertos desechables. La alternativa más recomendable para realizar nuestras compras son los carritos y las bolsas de tela. Si utilizamos plásticos, es muy importante aplicar la regla de las tres erres (Reducir, Reutilizar y Reciclar) para lograrla sostenibilidad del planeta.
  • No arrojar basura a las playas: Es muy importante que tengamos conciencia medioambiental. Recoger las basura que generamos disminuye los residuos en el agua y evita la contaminación. Utilizar productos biodegradables (bolsas o envases de papel o cartón, cremas solares, etc) es de vital importancia para el cuidado de nuestros océanos.
  • Disminuir el vertido de aguas residuales al mar: Es muy importante mejorar el tratamiento de las aguas residuales que se vierten a nuestros mares y océanos. Pueden ser un gran recurso para aquellos territorios de pequeña extensión donde el agua potable escasea.
  • No consumir agua embotellada: España tiene una calidad de aguas que debemos aprovechar. Es muy importante beber del grifo para disminuir el consumo de envases y evitar así la contaminación de nuestros océanos.
  • Concienciación medioambiental: Invertir y fomentar en campañas de radio, televisión y redes sociales debe ser una prioridad para las entidades locales. De esta manera, servirá para concienciar a la población sobre la importancia de erradicar este problema. La salud de nuestro mares y océanos debe ser responsabilidad de todos.

Fuentes: Redacción Ambientum, Aquae Fundación, EFE VERDE



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