La Comisión Europea (CE) publicó este lunes una serie de reglas por las cuales establece que el hidrógeno producido a partir de energía nuclear será considerado «verde». Bruselas ha contado con el apoyo de Francia, que ha retirado su amenaza de dar marcha atrás al hidroducto que conectará Barcelona y Marsella, más conocido como H2Med.
Tras meses de intensos debates, no exentos de polémica, Bruselas establece tres tipos de hidrógeno que que contarán para los objetivos de energías renovables:
- El hidrógeno procedente de instalaciones de producción conectadas directamente a un nuevo generador de electricidad renovable.
- Aquellos que toman energía de la red si la zona eléctrica local tuvo más del 90% de participación promedio de energía renovable en el último año.
- Las instalaciones también pueden tomar energía de la red en regiones que cumplan con un límite bajo de emisiones de CO2, potencialmente basado en energía nuclear, siempre que el productor también firme un acuerdo de compra de energía (PPA) a largo plazo con un proveedor de electricidad renovable en su región.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha comunicado lo siguiente al respecto:
¿Cómo se obtiene energía del hidrógeno?
El hidrógeno es el elemento más básico, común y ligero que existe en el Universo. Se trata de una fuente de energía con mucho futuro ya que no produce emisiones contaminantes a la atmósfera. Se puede almacenar durante un largo periodo de tiempo en lo que se conoce comúnmente como «celdas», para transportarlo y distribuirlo posteriormente.
No se suele encontrar en estado libre en la naturaleza. Para obtenerlo, requiere un gran gasto de energía al separarlo del oxígeno, como ocurre en el caso del agua. Su uso más prometedor como fuente de energía consiste en transformarlo en electricidad con una pila de combustible.
¿Por qué se considera «verde» si es de origen nuclear?
El hidrógeno de origen nuclear se considera «verde» ya que queda exento del principio de “adicionalidad”, cuyo objetivo es evitar que se incremente la capacidad de generación a partir de fuentes fósiles para destinar esa electricidad a la producción de hidrógeno.
La Comisión Europea detalla lo siguiente al respecto:
¿Cuál es la postura de España y Alemania?
España y Alemania siempre han defendido que la etiqueta de «verde» se debe utilizar única y exclusivamente para aquel hidrógeno cuyo origen es renovable a la hora de generar la electricidad. De esta manera, se eliminaría la posibilidad de que la energía nuclear participe en la producción de hidrógeno, comúnmente conocido como «hidrógeno rosa».
En el caso de España, su apuesta siempre ha sido y seguirá siendo el desarrollo de las energías renovables. España continúa demostrando su enorme potencial de generación renovable, ya que las energías eólica y fotovoltaica finalizaron el año 2022 batiendo sus propios récords de generación eléctrica, conseguidos el año anterior.
Las energías renovables van por muy buen camino, ya que aspiran a convertirse en la mayor fuente de generación de electricidad de nuestro planeta a partir del año 2050, superando al carbón. El uso de energías renovables, futuro pero también presente, suponen enormes beneficios para el planeta en su lucha contra la emergencia climática.
Fuentes: Redacción Ambientum, EFE VERDE