Un nuevo informe publicado por el Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) muestra que hay pocos indicios de que la Unión Europea (UE) esté progresando hacia una economía circular. A pesar de las medidas tomadas por la Unión Europea (UE), los planes de acción y los fondos destinados a ayudar a las empresas para alcanzar la transición circular, apenas hemos progresado en la necesitada transición hacia una economía circular.
La tasa de circularidad media de los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE) creció únicamente 0´4 puntos porcentuales, una cifra ínfima para que esta transición circular se convierta en una realidad de nuestro tiempo. De todos los Estados miembros de la UE, únicamente 20 de los países aumentaron su tasa de circularidad. Los siete países que retrocedieron en su tasa de circularidad fueron Dinamarca, Finlandia, Lituania, Luxemburgo, Polonia, Rumanía y Suecia.
El Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) ha comentado lo siguiente respecto a la ambición de la UE de duplicar su tasa de circularidad de aquí al año 2030:
¿Qué es la economía circular?
La economía circular es un modelo de producción y consumo que aprovecha los recursos al máximo y reduce los residuos al mínimo, garantizando un crecimiento sostenible con el paso del tiempo. Es decir, permite alargar la vida útil de los productos que consumimos para darles una segunda vida.
Se trata de un concepto que se inspira en la naturaleza, donde todos los productos se pueden aprovechar y nada se desperdicia. Hasta hace poco tiempo, seguíamos un modelo de economía lineal, basado en un modelo económico cuya premisa principal es producir, consumir y desechar a un ritmo vertiginoso.
¿Cuál es el objetivo de la economía circular?
El objetivo que tiene la economía circular frente a la economía lineal es dejar atrás el modelo de consumo establecido desde la época de la Revolución Industrial, avanzando hacia un modelo más sostenible que garantice la buena salud de nuestro planeta. Es decir, al sustituir la economía lineal por una economía circular, se alarga la vida útil de los productos.
La esencia de este modelo sostenible se basa en mantener los recursos que disponemos en la economía el mayor tiempo posible, reduciendo el uso de materias primas y la generación de residuos en el mundo.
Los principios de la economía circular son vitales para lograr muchas de las metas establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Existe más relación con las metas del ODS-6 (Agua limpia y saneamiento), ODS-7 (Energía asequible y no contaminante), ODS-8 (Trabajo decente y crecimiento económico), ODS-12 (Producción y consumo responsables) y ODS-15 (Vida de ecosistemas terrestres).
La UE puso a disposición de los Estados miembros más de 10.000 millones de euros
Annemie Turtelboom, miembro del Tribunal de Cuentas Europeo (TCE), ha destacado la importancia de minimizar los residuos:
Y añadió que la transición circular no ha progresado casi nada en los 27 Estados miembros:
La Unión Europea (UE) destinó más de 10.000 millones de euros a todos los Estados miembros entre los años 2016 y 2020 para minimizar los residuos, progresando para alcanzar la transición circular. La mayoría de estos fondos se destinaron a la gestión de residuos en vez de poner el foco en la prevención mediante el diseño circular.
Los auditores encargados de realizar este informe indican que las medidas destinadas para la innovación e inversión con el objetivo de progresar hacia una correcta transición circular no tuvieron casi impacto. Además, señalaron que no era posible localizar el problema de la obsolescencia programada, cuya eliminación es fundamental para lograr productos más sostenibles.
Por tanto, la importancia de un buen diseño circular de los productos es vital para lograr la transición circular, dado que casi el 80% del impacto medioambiental de un producto viene determinado por su diseño.
¿Por qué es importante implantar la economía circular?
Las razones principales por las cuales es importante implantar una economía circular son:
- Aumentar la competitividad, evitando así la dependencia del exterior.
- Apoyar siempre la economía local.
- Crear empleos que contengan un alto valor añadido.
- Fomentar un modelo de consumo que sea más justo y sostenible.
- Meditar cómo fabricar los productos.
- Modernizar la industria y promover la innovación.
- Preservar nuestra salud y nuestro planeta.
- Reducir las emisiones a la atmósfera.
- Ser más eficientes y producir más con menos.
- Transformar los residuos en recursos.
Las empresas que deseen implantar una economía circular en sus negocios deben tener en cuenta las siguientes cuestiones:
- Aceptar la innovación como un riesgo necesario que tienen que asumir.
- Asumir el capital natural de sus negocios como un generador de servicios sociales que deben proteger.
- Crear de alianzas con los agentes públicos y privados que intervienen en sus negocios.
- Entender la responsabilidad que tienen en el entorno donde realicen sus negocios.
- La transparencia en los grupos de comunicación es muy importante, además de considerar las expectativas generadas por los grupos de interés.
- Optimizar el valor de los productos, servicios o materias primas.
Hay una cuestión muy importante que siempre deberíamos tener en cuenta: ¡el mejor residuo es el que no se produce!
Fuentes: Redacción Ambientum, Residuos Profesional, Tribunal de Cuentas Europeo