El director técnico de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Juan Saura, aseguró ayer que las últimas lluvias caídas en Andalucía durante la semana pasada, que han dejado unos 200 hectómetros cúbicos en la cuenca, han hecho que las reservas de los pantanos hayan ascendido del 35,5 al 37,5 por ciento y que en Sevilla y su provincia el suministro de agua para consumo humano esté garantizado durante los tres próximos años.
En declaraciones a Europa Press, Saura explicó que las precipitaciones registradas tienen un efecto "muy positivo", tanto para el medio ambiente como para la agricultura. "Estas lluvias han sido importantísimas para los cultivos del campo, que han recibido un riego muy generoso", precisó.
En esta línea, indicó que la situación del sistema de regulación general, –pantanos que abastecen a 400.000 hectáreas de regadío–, ha mejorado en dos puntos, pasando del 26 al 28 por ciento, al recibir unos 100 hectómetros cúbicos. Si bien, subrayó que "todavía no se encuentran en una situación de normalidad, al estar siete puntos por debajo de la cifra del año pasado".
Asimismo, Saura apuntó que las lluvias han beneficiado fundamentalmente a la zona occidental de la cuenca, ya que, según dijo, provincias como las de Granada o Jaén no han registrado precipitaciones "bastante escasas". "En los embalses del Negratín o de Iznájar sólo han caído 20 ó 30 litros por metro cuadrado", puso como ejemplo.
De igual modo, el director técnico de la CHG incidió en que las últimas lluvias recogidas en Sevilla y su provincia han constituido una "mejora sustancial" de la situación y han garantizado el consumo "casi seis meses" más de lo que hasta el momento estaba previsto.
Además, el pantano de Melonares, indispensable para garantizar el suministro de agua de Sevilla y de los 38 pueblos de su área metropolitana, ha iniciado ya su primera fase de llenado con los 22 hectómetros cúbicos que ha recibido de las citadas lluvias, lo que según explicó, "supondría un mes y medio de consumo en Sevilla".
