La Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicó este martes un nuevo informe sobre las perspectivas de la energía para 2030, advirtiendo que el pico de consumo de cada uno de los combustibles fósiles -gas, carbón y petróleo- alcanzarán su punto máximo esta década.
Según las previsiones de la AIE, la época de los combustibles fósiles llegará a su fin para comienzos de la próxima década. La demanda de los tres principales combustibles fósiles -gas, carbón y petróleo- va a disminuir drásticamente antes del año 2030 gracias al crecimiento imparable de las energías renovables y la comercialización de los vehículos eléctricos.
A pesar de ello, alertan que esto no impedirá un calentamiento muy superior al previsto en el Acuerdo de París, ya que el mundo se dirige hacia un calentamiento global de 2´4 ºC. Actualmente, el calentamiento global acumulado se sitúa cerca de los 1´2 ºC, y si seguimos con esta dinámica esa cifra aumentará hasta los 2´4 ºC, el doble de lo que hay acumulado hasta el día de hoy.
El ritmo de despliegue de las energías renovables deben triplicarse para el año 2030. La electrificación y la eficiencia energética serán los motores principales de una correcta transición energética gracias a importantes factores como la biomasa sostenible, las energías renovables y el hidrógeno verde.
«Posible, pero muy difícil» limitar el calentamiento global a 1´5 ºC
La Agencia Internacional de la Energía sigue creyendo firmemente que «es posible, pero muy difícil» cumplir con el objetivo climático marcado en el Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1´5 ºC.
Desde que la AIE hiciera pública el mes pasado la última actualización de su Hoja de Ruta Net Zero, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del sector energético han seguido aumentando. Esta nueva actualización establece un camino actualizado hacia el cero neto para 2050, teniendo en cuenta los desarrollos clave que han ocurrido desde 2021.
La participación de los combustibles fósiles en el suministro energético, que se estancó durante décadas en una cifra cercana al 80%, reducirá su participación al 73% para 2030. Además, cabe destacar que las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con la energía alcanzarán su punto máximo en 2025.
Fatih Birol, director de la Agencia Internacional de la Energía, ha declarado que la transición energética a nivel mundial es imparable:
La AIE señala que es necesario triplicar la capacidad mundial de energías renovables, así como duplicar la infraestructura de eficiencia energética, aumentar las ventas de bombas de calor e incrementar todavía más el uso de vehículos eléctricos para el año 2030. Además, las inversiones globales deben multiplicarse por 2´5 y pasar de 1´8 billones de dólares en 2023 a 4´5 billones a comienzos de la próxima década para mantener el ritmo de la reducción de emisiones.
¿Cuáles son los cinco pilares clave que plantea este informe?
Este informe plantea una estrategia global que consta de cinco pilares clave para liderar la transición energética. Además, pueden proporcionar la base necesaria para que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) que se celebrará entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre en Dubái tenga el mayor éxito posible.
Los cinco pilares clave que plantea este informe son:
- Duplicar el ritmo de mejoras en la eficiencia energética.
- Crear mecanismos de financiación innovadores y a gran escala para triplicar las inversiones de energías limpias en las economías emergentes y en vías de desarrollo.
- Tomar medidas para garantizar una reducción ordenada en el uso de combustibles fósiles, incluida la no concesión de permisos para centrales eléctricas de carbón que no capturen CO2.
- Reducir las emisiones de metano de las operaciones de combustibles fósiles en un 75%.
- Triplicar la capacidad de energías renovables a nivel global.
Fatih Birol señaló que la cooperación internacional es vital para acelerar la transición energética:
El futuro pasa por la movilidad eléctrica y dejar atrás los combustibles fósiles
Al principio de esta década, 1 de cada 25 coches nuevos que se vendieron a nivel mundial era eléctrico. En el presente año 2023, 1 de cada 5 coches nuevos que se vendan en todo el mundo será eléctrico. Para el año 2030, un 40% de los coches que se vendan en todo el mundo será eléctrico, demostrando de esta manera la notable transición en el sector del transporte, encaminado hacia un futuro que pasará por la movilidad eléctrica.
Los vehículos eléctricos suponen grandes beneficios para el medio ambiente. Permiten reducir el consumo de combustibles fósiles gracias a una mayor eficiencia energética de su tecnología. Son los únicos medios de transporte que no emiten dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, ya que no contaminan en su conducción y mejoran la calidad del aire que respiramos día a día en las ciudades.
Las ventas de estos vehículos eléctricos han contribuido a limpiar la atmósfera, eliminando más de 150 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) cada año. Este dato supone una pequeña victoria para la transición energética, siendo una muestra de que estamos un pasito más cerca de conseguir el tan ansiado objetivo de la neutralidad de carbono.
Fuentes: Redacción Ambientum, Agencia Internacional de la Energía, EFE VERDE