Los 70.000 delegados de los casi 200 países reunidos en la COP28 de Dubái, que terminó hace un par de días -las negociaciones se extendieron durante la madrugada del martes al miércoles-, alcanzaron un acuerdo histórico de transición para abandonar los combustibles fósiles y conseguir las cero emisiones netas en 2050.
¿Qué es el «Balance Global»?
El llamado «Balance Global» («Global Stocktake», en inglés) ha sido el tema principal de la COP28. En 2015, los líderes mundiales firmaron el histórico Acuerdo de París, un tratado internacional sobre el cambio climático, jurídicamente vinculante, cuyo objetivo principal es limitar el calentamiento global por debajo de 2 ºC, preferiblemente a 1´5 ºC en relación con los niveles preindustriales.
Se trata de un inventario de lo que están haciendo todos los países del mundo para luchar contra el cambio climático, ya sea para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero (GEI) para eliminar el carbono de la atmósfera. Actualmente, es un proceso que se lleva a cabo cada 5 años, así que la COP28 ha sido la primera en proporcionar un punto de referencia para evaluar los esfuerzos nacionales y globales.
Claves adoptadas en la COP28 gracias al nuevo acuerdo de «Balance Global»
Las Conferencias de las Partes llevan celebrándose casi tres décadas, cuya primera reunión se celebró en Berlín (Alemania) en 1995. Cada COP que se ha celebrado a lo largo de todos estos años persigue los siguientes objetivos:
- Avanzar en acuerdos internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
- Establecer compromisos para limitar el calentamiento global.
- Movilizar fondos para la adaptación y mitigación al cambio climático.
Las claves adoptadas en la COP28 de Dubái para entender qué implica el «Balance Global» son:
Consenso adoptado en la sesión plenaria de la COP28
Este acuerdo histórico fue aceptado oficialmente en la sesión plenaria de la COP28 por consenso, no de manera unánime. Es decir, esto no implica que todos los países estuvieran completamente de acuerdo. Hasta el último instante, existía incertidumbre sobre si algún país se opondría a la adopción de este nuevo acuerdo. Todas las miradas estaban puestas en Arabia Saudí, quien se perfilaba como la voz principal en contra del acuerdo. No obstante, al final, ninguno de los países presentó objeciones.
Las negociaciones de las cumbres climáticas requieren un consenso que implica tanto la flexibilidad de los países como la formación de alianzas. En el transcurso del acuerdo de «Balance Global», se evidenció una clara confrontación en torno a varios términos, como «phase out» (eliminación progresiva) y «unabated» (sin técnicas de mitigación). Durante estas discusiones, se produjeron diversos cambios para alcanzar un consenso entre los países que se dieron cita en la COP28. Esta situación resultó decepcionante para varios países que buscaban un lenguaje más preciso, así como para la sociedad civil.
La COP28 establece el principio del fin de los combustibles fósiles
El fin de la era de los combustibles fósiles -gas, carbón y petróleo- ha sido el tema central de la COP28 desde hace dos semanas, cuando comenzó esta cumbre climática. Se persigue el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1´5 °C, eliminando progresivamente las subvenciones a los combustibles fósiles.
El borrador del acuerdo presentado por los países no se refiere específicamente a su eliminación progresiva, sino que se ha acordado una transición para dejar atrás los combustibles fósiles y conseguir el objetivo de lograr las cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) en 2050. El acuerdo exige que los países cambien cuanto antes sus sistemas energéticos de manera justa, ordenada y equitativa, alejados de los combustibles fósiles.
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
El acuerdo recoge las metas de descarbonización que se basan en mantener el objetivo de no superar el límite de 1´5 ºC de calentamiento global en comparación con los niveles de la era preindustrial, aplicando el Acuerdo de París. Conseguir el objetivo de reducir las emisiones es de vital importancia para finales de esta década, puesto que en el acuerdo se pide que los países alcancen el punto máximo de producción de carbono para 2025.
Tal y como demandaba la Unión Europea, dicho texto ha acordado cifras y fechas concretas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Las emisiones globales deberán reducirse un 43% para 2030 y un 60% para 2035 respecto a los niveles de 2019.
Triplicar la capacidad de energías renovables y duplicar la eficiencia energética
Uno de los objetivos principales de este acuerdo consiste en triplicar la capacidad de energías renovables y duplicar la tasa anual promedio de mejora en la eficiencia energética para el año 2030. La electrificación y la eficiencia energética deben posicionarse como los motores principales de una correcta transición energética, gracias a importantes factores como la biomasa sostenible, las energías renovables y el hidrógeno verde.
Fuentes: Redacción Ambientum