España lidera un proyecto internacional para demostrar que el uso de modernas tecnologías puede contribuir a mejorar la gestión de los purines en las explotaciones ganaderas, a paliar el cambio climático y a mejorar la sostenibilidad económica y ambiental del sector ganadero europeo.
El proyecto Life + MANEV de la UE pretende asegurar la protección del medioambiente en las explotaciones ganaderas, muchas de las cuales están incluidas en espacios de la red ecológica europea Natura 2000, pero sin que la adopción de nuevas medidas de gestión de los residuos suponga un elevado coste para los propietarios.
La iniciativa, que comenzó en 2011 y se va a prolongar hasta finales del presente año, ha implicado a ocho regiones de cuatro países (España, Dinamarca, Polonia e Italia) con una producción ganadera muy elevada y en los que la correcta gestión de los purines supone un reto desde hace décadas.
El proyecto ha sido coordinado por la empresa pública aragonesa SARGA (Sociedad Aragonesa de Gestión Ambiental), y en el mismo intervienen además el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Cataluña, el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León; y el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Participan además el Centro de Investigación en Producción Animal (Italia); la Universidad de Aarhus (Dinamarca); la Universidad de Milán y el Gobierno de la región polaca de Warmia Mazuria.
Una ganadería sostenible y correcta
La directora del proyecto, Marta Teresa Fernández, ha señalado que el objetivo es que la ganadería europea sea "sostenible y correcta" y desarrollar una herramienta informática que dé una solución a todas aquellas zonas europeas donde existe una elevada carga ganadera y un excedente de excrementos (purines).
Marta Teresa ha advertido de la heterogeneidad que existe en Europa sobre la gestión de los purines y de la ausencia de un patrón común, y ha asegurado que el proyecto MANEV permitirá unificar todo el conocimiento existente y disponer de una herramienta que tendrá en cuenta todas las variables de una explotación.
Entre esas variables, la herramienta analiza la climatología, aspectos económicos, la energía disponible, la agronomía, la calidad y composición del suelo, aspectos sanitarios, y hasta la legislación vigente en el lugar donde se localiza cada explotación, y orienta al ganadero sobre cuál es la mejor tecnología para gestionar sus residuos o cuánto le costaría.
"El ganadero va a saber cuál es la mejor forma de gestionar los purines, tanto desde el punto de vista medioambiental como económico", ha señalado Marta Teresa Fernández, y ha explicado que la utilización de esa "herramienta" (un complejo software informático) será gratuita y muy sencilla e incluirá varios modos de uso dependiendo del perfil del usuario.
La generación de purines es inevitable en las explotaciones ganaderas, y la reducción de su impacto ambiental un desafío en Europa desde hace décadas, debido a las molestias (sobre todo malos olores) y a la elevada emisión de gases de efecto invernadero, además de que su vertido puede dar lugar a graves contaminaciones del suelo y del agua.
Fertilizantes que sustituyen a los químicos
Según datos de la Asociación de Empresas para el Desimpacto Ambiental de los Purines, la cabaña porcina española genera más de 50 millones de metros cúbicos de purines cada año, muchos de los cuales se pueden utilizar en la agricultura como fertilizante, aunque un 30 por ciento se consideran "excedentes" ya que se producen en zonas que no disponen de terrenos agrícolas próximos.
Esta asociación gestiona ya 28 plantas, en las que tratan 2,5 millones de metros cúbicos de purines, que se transforman en fertilizantes orgánico-minerales que pueden sustituir a los químicos y que ahorran la emisiones a la atmósfera de unas 700.000 toneladas de dióxido de carbono cada año.
Varios responsables del proyecto MANEV han acudido además a Milán, donde se celebra la Exposición Universal bajo el lema "Nutre el planeta. Energía para la vida"; allí se están presentando numerosas soluciones respetuosas con el medio ambiente para satisfacer la producción de alimento en el mundo.
La ganadería es en España uno de los sectores responsables de la conservación de numerosos hábitats y de las especies que viven en ellos, y muchos espacios de la red europea Natura 2000 se han convertido en un refugio para muchas razas ganaderas autóctonas.
La nueva herramienta que este proyecto internacional va a poner a disposición de los agricultores y de las administraciones ayudará a los titulares de esas explotaciones a cumplir con las exigencias medioambientales (independientemente de si se encuentran dentro de un espacio Natura 2000 o no) y a seguir desarrollando su actividad económica de una manera plenamente compatible con la conservación de los hábitats y de las especies que viven en ellos.
