Nuevas herramientas ayudan a los campesinos de los países en desarrollo
Los campesinos que practican la agricultura orgánica en los países en desarrollo tendrán un mayor acceso a los mercados mundiales gracias a dos herramientas prácticas lanzadas esta semana con el objetivo de facilitar el comercio sus productos.
Las nuevas herramientas ayudarán a agilizar la aceptación de productos que se comercializan a nivel internacional, y son el resultado de seis años de trabajo en equipo de la FAO, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM), la organización que se ocupa del sector a nivel mundial.
Equitool es una guía para ayudar a los responsables de la toma de decisiones a evaluar si las normas sobre productos orgánicos y su procesado que se aplican en una región del mundo son equivalentes –es decir, no idénticas pero igualmente válidas- a otras normas sobre agricultura orgánica. Esta herramienta facilita el comercio al tiempo que salvaguarda la producción orgánica en función de las condiciones socioeconómicas y agro-ecológicas locales.
La segunda herramienta, denominada Requisitos Internacionales para Organismos de Certificación Orgánica (IROCB, por sus siglas en inglés), es un listado mínimo de requisitos para los organismos de certificación orgánica que permitirá la importación de productos certificados por los sistemas de control de países extranjeros.
Las herramientas fueron aprobadas en la reunión final del Grupo Internacional de Expertos sobre Armonización y Equivalencia de la Agricultura orgánica (ITF, por sus siglas en inglés) en Ginebra. Este grupo, formado en 2003 por la FAO, UNCTAD e IFOAM, incluye representantes de Gobiernos, agencias intergubernamentales y de las partes implicadas del sector privado, incluyendo los certificadores y agentes acreditadores.
Un mercado en alza
El comercio orgánico está creciendo a un ritmo del 15-20 por ciento anual, y ya hay más de cien países que hoy exportan productos orgánicos certificados. Pero este comercio está siendo obstaculizado por la multitud de normas, regulaciones y sistemas de evaluación de conformidad.
Existen más de 400 organismos públicos y privados que operan hoy en día en el mercado mundial de productos orgánicos. Los productos que son certificados como tales bajo un sistema no son fácilmente admitidos como orgánicos por otro. Ello origina numerosos quebraderos de cabeza y costes para los productores y exportadores que quieren vender en diferentes mercados.
Estas barreras pueden poner los beneficios económicos, medioambientales, de salud y sociales de la agricultura orgánica fuera del alcance de muchos productores, en particular los que cuentan con escasos recursos en los países en desarrollo. También obligan a que los consumidores paguen precios más altos por una selección más limitada de productos.
“El mercado orgánico está en plena expansión, con nuevas cuestiones que surgen y normas y procedimientos de certificación en continuo desarrollo”, asegura el Director General Adjunto de la FAO, Alexander Mueller.
“En vez de perder tiempo, dinero y mercados en esta jungla de normas y regulaciones, el ITF ha sentado las bases para una cooperación armoniosa para aquellos interesados en facilitar el crecimiento del sector orgánico, al tiempo que se mantiene la integridad del sistema”, añade Mueller.
Normas
El ITF defiende que el comercio orgánico esté basado en normas internacionales y en el principio de equivalencia, y que los organismos de certificación orgánica en todo el mundo acuerden requisitos comunes.
En la actualidad existen dos normas internacionales para la agricultura orgánica: las Directrices para la producción, procesado, etiquetado y comercialización de los alimentos producidos orgánicamente, del Codex Alimentarius FAO/OMS y las Normas básicas del IFOAM.
Para más información: www.fao.org