Una de las manifestaciones más preocupantes de la contaminación, es sus efectos sobre la salud. Además de afectar al medio en un sentido amplio (aire, agua, suelos) y a los seres vivos que en él habitan, revierte, finalmente, sobre los seres humanos, que fueron también quienes la provocaron. Esta contaminación no siempre es visible ni sus efectos son inmediatos, pero puede ir degradando nuestros organismos produciendo enfermedades y mortalidad prematura, especialmente entre los grupos de población más vulnerables, como diferentes estudios españoles y europeos han puesto de manifiesto en los últimos años.
Además de las emisiones producidas por las centrales de energía, la industria y el transporte, existe una gran dispersión de productos generados por la industria química que se han incorporado a nuestra vida cotidiana y que pueden tener efectos indeseables sobre nuestra salud, especialmente los conocidos como alteradores hormonales. Asimismo, otros compuestos como las partículas o el ozono siguen siendo responsables de frecuentes daños, tanto en España como en el resto del mundo.
No es ajeno a todo lo anterior la alimentación. La procedencia de los alimentos supone un cierto tipo de tratamiento y uso de la tierra, así como una vía de entrada de contaminantes en nuestros organismos, por lo que no todas las dietas son igualmente sostenibles ni saludables. Los agroquímicos, los transgénicos, el exceso en el consumo de carne o la sobreexplotación de las pesquerías, tiene una influencia evidente en nuestra salud, el medio ambiente y la distribución de la riqueza en el mundo.
Por todo ello, la Asociación Española de Educación Ambiental ha creído conveniente realizar esta convocatoria, por cuanto creemos que la información debe llegar a todos los medios, y tras ella la actuación para protegernos, sabiendo elegir las mejores opciones para nuestras vidas e interviniendo socialmente para exigir las oportunas medidas de prevención.