La Comisión Europea (CE) ha sacado adelante su propuesta para eliminar la mayor parte de normas de calidad de frutas y hortalizas. Así, sólo se mantendrá la regulación establecida para diez cultivos –entre ellos los cítricos, lechugas, tomates, fresa o melocotón- pero se suprimiría la de otros 26 productos frescos mediterráneos.
Gran Bretaña y Alemania, determinantes en la votación
La iniciativa ha sido aprobada gracias al giro dado por Alemania que, presionado por el ejecutivo comunitario, arrastró a suficientes países como para superar la mayoría de bloqueo. En la votación del Comité de Gestión del pasado 12 noviembre, hasta 16 Estados miembros votaron en contra de la propuesta, pero la abstención de dos –Portugal y Austria- y el voto favorable de otros nueve, liderados por Gran Bretaña, fue determinante para dejar en manos de la CE la decisión, que comenzará a aplicarse en la temporada 2009/2010.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA- ASAJA) ha advertido que la decisión es propia de «la agricultura tribal del pasado, y dañará por igual al consumidor».
«Europa, el basurero del mundo»
El Presidende, Cristóbal Aguado, añade que «esto ayudará a hacer de Europa el basurero del resto del mundo y que perjudicará al agricultor, que tendrá que competir con el género importado, más barato, pero que ahora entrará sin las limitaciones de calidad de antes”.
Los 26 cultivos que se quedarán sin normas de calidad se podrán comercializar a granel y sólo se les reclamará la identificación del país de origen. La ascociación asegura que «el único requerimiento exigido a este respecto es que cumplan con la genérica definición de tener “una calidad sana, cabal y comercial”.
Para el resto (el 74% del comercio continental, según la CE) seguirán en vigor las normas referidas a calibres, peso, número de frutos y homogeneidad. Son calidades que hasta ahora eran determinantes en la conformación de un precio para el consumidor.
«Desregulación de la calidad»
La asociación segura que el texto aporbado en Bruselas extiende una «desregulación de la calidad» incluso a los diez cultivos mencionados, que podrían pasar a venderse sin cumplir los requisitos sólo con que en su etiqueta ponga no son conformes con las normas de comercialización comunitaria.
“La desaparición de las normas europeas provocará que se refuercen los reglamentos privados que la gran distribución ya aplica, no para conseguir mejores estándares de calidad, sino para forzar a la baja los precios de las frutas y hortalizas”, advierte el presidente de la organización agraria. “La sinrazón de la política comunitaria impuso primero el descontrol en las fronteras (con lo que la entrada de plagas es una constante,) y ahora se prepara para abrir las puertas a la importación barata y de baja calidad».