Con el objetivo de controlar plagas de pulgones (áfidos) en los cultivos de cereales, a principios del siglo pasado se importaron a Chile varias especies de enemigos naturales de estos insectos que afectan la agricultura.
Durante más de 50 años se ha logrado controlarlos exitosamente, y constituye un caso emblemático en el mundo de buen control biológico alcanzado en nuestro país. Sin embargo, las razones del éxito no eran muy claras hasta ahora.
En una publicación aparecida en la revista Evolutionary Applications, académicos del Instituto de Ciencias Biológicas de nuestra Universidad -quienes integran el Centro en Ecología Molecular y Aplicaciones Evolutivas en Agroecosistemas-Núcleo Milenio (CEM)- dan conocer sus resultados en investigaciones tendientes a entender las razones detrás del éxito que una de estas especies de parasitoides introducidas alcanzó en el control biológico de pulgones.
Los docentes indagaron la evolución adaptativa de un parasitoide generalista en el marco de un proyecto Fondecyt, dirigido por el académico Blas Lavandero, en colaboración con el profesor Christian Figueroa. Asimismo, junto a la investigadora postdoctoral Francisca Zepeda, y el estudiante de doctorado Sebastián Martínez.
Diferentes plagas
Los parasitoides son pequeñas avispas que ponen huevos dentro de otros insectos (hospedero). Del huevo eclosiona una larva que se alimenta del hospedero y que luego realiza metamorfosis para producir un individuo adulto. Como resultado de esta interacción, el insecto hospedero resulta muerto, por lo que estos enemigos naturales se usan ampliamente como controladores biológicos de insectos que dañan la agricultura. Si una especie de parasitoide es capaz de realizar este proceso en diferentes especies de insectos, se habla de plasticidad. Esta es una característica muy interesante de estudiar para entender la evolución de la amplitud de dieta y la formación de razas especializadas en ciertos hospederos, así como para el desarrollo de más eficientes estrategias para el manejo de plagas. Esto, porque se puede usar una misma especie de parasitoide para controlar diferentes plagas.
El parasitoide estudiado fue el Aphidius ervi, un Hymenóptero originario de Europa, que parasita varias especies de pulgones plagas de cereales, leguminosas, papas y durazneros. “Aphidius ervi es un caso exitoso de control biológico de pulgones de los cereales en Chile, y por ello se le escogió como sistema de estudio. Se investigó si el pulgón en donde se desarrolla el parasitoide es capaz de modificar la preferencia y eficiencia del parasitismo, al ofrecerles diferentes especies de pulgones. Además, se examinó qué plagas son sus favoritas y la capacidad que tienen para desarrollarse dentro de un determinado hospedero”, afirmó Lavandero.
El investigador del Instituto de Ciencias Biológicas de la UTALCA, destacó que este estudio resulta importante para la agricultura local, porque los enemigos naturales que son criados para venta y liberación en el campo, normalmente crecen como parasitoides de una única plaga, lo que limita su capacidad para parasitar otros áfidos.
Eficiencia
Lavandero además señaló que estas avispas normalmente se desempeñan mejor parasitando aquellas especies de áfidos, dentro de las cuales originalmente crecieron y se alimentaron. “Esto se denomina fidelidad de hospedero. A pesar de esto, son todavía capaces de usar otros áfidos hospederos, sin que ello afecte su desarrollo dentro de éstos”, explicó el científico.
Entre las aplicaciones de este estudio en la agricultura, el investigador afirmó que para aumentar la eficiencia del control biológico de plagas de una cierta especie, es importante considerar el origen del parasitoide. “En nuestro caso si los agricultores quisieran usar esta especie, por ejemplo para controlar el pulgón de las leguminosas (plaga importante de la alfalfa), los parasitoides deberían provenir de crianzas sobre ese pulgón”, expresó.
“Por otra parte, este estudio también explica el éxito del parasitoide Aphidius ervi como controlador tan eficiente de plagas de cereales y leguminosas en Chile, ya que a pesar de expresar preferencias asociadas a su origen, exhibe una suficiente plasticidad para usar adecuadamente diferentes hospederos. Además, el hecho de que en nuestro país los cultivos de leguminosas y cereales coexisten en los paisajes agrícolas, permite a los parasitoides usar varias especies de pulgones, haciendo posible que estén presentes en grandes cantidades durante la temporada, a pesar de las constantes perturbaciones normales que ocurren dentro de los cultivos”, precisó el docente.
El profesor también explicó que el parasitoide Aphidius ervi es eficiente como controlador biológico, porque es capaz de encontrar las plagas. Asimismo, es lo suficientemente plástico como para ser parasitoide de otros pulgones en diversos cultivos, cuando una de sus especies hospederas escasea.