Otras comunidades, como Navarra, han establecido el uso de los biodegradables a través de una normativa, que contempla sanciones en caso de incumplimiento.
El director del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), Adrián Martínez, señaló que "este organismo viene estudiando desde hace años el comportamiento de estos nuevos materiales degradables de acolchado de cultivos, ante las crecientes exigencias de respeto al medio ambiente por parte de la Unión Europea".
Según Alberto González y Josefa López, investigadores del IMIDA, la normativa comunitaria subvenciona a los agricultores para fomentar el uso tanto de los materiales biodegradables como de los "oxobiodegradables", pero la experiencia ha demostrado que estos últimos no se degradan como deberían, por lo que no reúnen las condiciones para ser una competencia leal. En este sentido, apuntaron que la Unión Europea revisará en 2013 su apoyo a estos materiales y es de esperar que prime la subvención de los biodegradables, en detrimento de los "oxobiodegradables".
En Murcia, los cultivos con acolchados plásticos ocupan una superficie de 9.670 hectáreas (lechuga, brócoli, coliflor, sandía, melón, entre otros). El Valle del Guadalentín, el Campo de Cartagena y el Noroeste, por este orden, son las zonas agroclimáticas donde están más implantados.
Gracias a los acolchados, los agricultores murcianos consiguen ahorro de agua y fertilizantes, protección contra las malas hierbas y mayor calidad y precocidad en las cosechas, lo que hace que conserveros navarros, por ejemplo, vengan a comprar la producción a Murcia en ciclos del año en los que ellos no pueden producir debido a las bajas temperaturas.
El polietileno de baja densidad, cuyo uso se inició hace 30 años, hizo posible la expansión de esta técnica de cultivo. El problema surge cuando los plásticos no se retiran una vez terminado el ciclo de cultivo y se produce la acumulación de residuos no degradables en el suelo, que altera su estructura, contaminándolo y dificultando el desarrollo de cultivos posteriores.
Propiedades de los biodegradables
A diferencia de los "oxobiodegradables", los materiales biodegradables comienzan a degradarse en las etapas finales del cultivo. El IMIDA evalúa actualmente la permeabilidad de estos materiales, que presentan una pequeña pérdida de agua en función de la temperatura ambiente, según los citados investigadores.
También se ha comprobado que los biodegradables transparentes, aún no comercializados, tienen menos consistencia que los que llevan el aditivo del negro de carbono, que les da un color oscuro, lo que les confiere opacidad y mayor resistencia a las radiaciones ultravioleta.