Esta primera fase de trabajo se llevará a cabo en dos zonas piloto de España y busca frenar la emigración campo-ciudad, aumentando al mismo tiempo la renta de los habitantes, mediante el impulso de unas prácticas agrarias y forestales basadas en el respeto a la naturaleza, la innovación y la obtención de productos de calidad.
La organización lanza hoy el proyecto "Sistemas de Alto Valor Natural: Sembrando el futuro del mundo rural". El sitio web es una página web interactiva en la que cualquier persona podrá conocer qué prácticas agrarias y forestales son compatibles con la conservación de los recursos naturales, y al mismo tiempo, contribuyen a frenar la despoblación del campo y mejorar el empleo y la renta de los habitantes del mundo rural. En el sitio web, los internautas tienen la oportunidad de actuar como verdaderos granjeros, escogiendo cultivos, razas ganaderas y prácticas que pueden favorecer, o no, estos objetivos. El juego y el vídeo muestran, de una forma gráfica y comprensible, cómo influyen nuestras decisiones en el desarrollo de una zona.
En las áreas rurales, la falta de oportunidades de empleo, las bajas rentas y la menor disponibilidad de servicios repercute en la calidad de vida de sus habitantes. Según los datos de Eurostat de 2012, España es el cuarto país europeo con más despoblación de zonas rurales, situado tan sólo detrás de Holanda, Reino Unido y Bélgica. Sólo el 13% de los españoles vive en zonas rurales, frente a la media europea del 41%.
Durante las últimas décadas ha tenido lugar un paulatino abandono de cientos de fincas de producción extensiva, debido a la falta de rentabilidad económica de los sistemas tradicionales de agricultura y ganadería.
Hasta hoy, las largas y costosas cadenas de intermediarios, la falta de reconocimiento en el precio de mercado de los bienes que producen y el escaso apoyo de las políticas públicas – por ejemplo la Política Agraria Común (PAC) – han hecho que, a medida que pasaban los años, los propietarios hayan decidido renunciar a la explotación de esas fincas, transformándolas en aprovechamientos intensivos, abandonándolas o vendiendo los terrenos para la industria o la urbanización, con impactos ambientales y sociales de sobra conocidos.
Sin embargo, existe una tendencia global creciente de la sociedad de consumir productos de alta calidad, naturales y obtenidos de forma respetuosa con el medio ambiente. El mercado demanda cada vez más productos naturales, de calidad y respetuosos con la conservación de la naturaleza.
Por otra parte, el turismo rural y de naturaleza es una clara opción al alza en España, por lo que la conservación del paisaje y de las tradiciones rurales que se consigue gracias al mantenimiento de los SAVN, son un auténtico seguro de vida para el desarrollo del campo en nuestro país.
Los SAVN son fincas que albergan una gran biodiversidad – silvestre y doméstica – gracias a unas prácticas agrarias adaptadas a las condiciones de cada zona. España es el país que cuenta con mayor superficie y tipos de SAVN de toda la Unión Europea. Especies emblemáticas, como linces, avutardas, buitres y águilas imperiales, depende de una agricultura respetuosa.
En estos sistemas, los agricultores aprovechan los recursos naturales del lugar, minimizando el uso de fertilizantes, plaguicidas y sistemas de riego. Lo cual no sólo redunda en un mejor cuidado del medio ambiente, sino que supone una reducción de costes, tanto en la producción, como a la hora de evitar los gastos del impacto de desastres naturales, fácilmente prevenibles por medio de los SAVN. De esta forma, se reduce el riesgo de incendios y se protege contra inundaciones, sequías y plagas de un modo completamente natural. Algunos ejemplos de SAVN son las estepas de cereales con rotación de cultivos, los prados donde pasta libremente el ganado autóctono o los bosques naturales, como los alcornocales, de los que se obtiene el corcho de forma sostenible.
Durante los próximos 3 años, WWF identificará y caracterizará los diversos Sistemas de Alto Valor Natural en nuestro país y pondrá en marcha un proyecto piloto, localizado en 2 grandes áreas de estudio entre Andalucía, Castilla-León y Castilla-La Mancha. El proyecto, incluye la firma de acuerdos de custodia del territorio con propietarios de fincas, y el apoyo a los mercados locales, además del trabajo directamente sobre el terreno. Para conseguirlo, se contará con la participación de la población local y todos los sectores implicados. El proyecto cuenta con financiación del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y del Fondo Europeo de Desarrollo Rural.
La UE ha señalado a los SAVN como objetivo prioritario para frenar la pérdida de biodiversidad en la actualidad. En ciertas comunidades autónomas los agricultores y ganaderos pueden optar a fondos europeos para el desarrollo rural en producciones ecológicas, ganadería con razas autóctonas, etc. Estas ayudas, además, irán en aumento en los próximos años, pudiendo extenderse a la totalidad de nuestro país en función de lo que decidan las administraciones competentes. WWF espera que España aproveche este potencial en las negociaciones actualmente en marcha, sobre las ayudas de la PAC y apueste decididamente por los SAVN, a través de un subprograma temático específico de desarrollo rural que permita apoyar a agricultores, ganaderos y selvicultores que, además de proporcionar productos sanos y de calidad, preservan con su actividad los recursos naturales y salvaguardan la cultura y tradiciones del medio rural.