Para llevar una dieta equilibrada y mantener nuestro cuerpo bien hidratado es indispensable beber agua en abundancia y diariamente, el problema que puede generar este hábito es el gran desperdicio de plástico que se produce al crear las botellas de agua. Hoy en día, el negocio del agua embotellada mueve 170 mil millones de dólares, cosa que no tendría que existir.
Debemos ser conscientes de la magnitud que ha alcanzado el problema, ya que en España se beben aproximadamente unos 2,8 litros de agua embotellada, cosa que equivale a llenar 8 veces el Camp Nou. Aunque estas cifras nos parezcan desorbitadas, lo cierto es que el consumo de este producto sigue creciendo día tras día en todas las partes del mundo.
Si clasificamos los países que están dentro de Europa según su consumo de agua embotellada, podemos observar que Italia está en cabeza con 188,5 litros de agua por año, seguida por Alemania, Hungría, Bélgica, Francia y en sexto lugar España con 121 litros.
Países como Alemania, España, Italia y Estados Unidos tienen acceso a agua potable limpia y, de todas formas, siguen prefiriendo el agua embotellada. Esta situación es algo complicada, ya que cabe destacar que el agua embotellada cuesta 125 veces más que el agua potable. También es importante pensar que este fenómeno no ocurre porque la población prefiera agua con gas, ya que el 96% de las personas prefieren agua sin gas, y únicamente un 4% compra agua embotellada con gas.
¿Por qué bebemos agua embotellada?
Tanto la industria como las grandes empresas nos hacen creer que el agua embotellada sabe mejor y es más sana, pero no es cierto. Se realizó un test a ciegas en el que se daba a probar agua embotellada y agua potable a distintas personas, las cuales afirmaron que el agua potable tenía un sabor mucho mejor que la embotellada. Debemos tener en cuenta que en España, el agua potable es el producto alimenticio más controlado, por lo que es imposible que sea dañino para nuestra salud.
Impacto medioambiental de las botellas de plástico
Una sola botella de plástico requiere los siguientes ingredientes para llevar a cabo su fabricación: 100 ml de petróleo, 80 gr de carbón, 42 l de gas natural y 2 l de agua extra. De esta forma, el consumo anual de agua embotellada de los estadounidenses podría mantener 1 millón de automóviles corriendo durante 12 meses, es decir, un año entero.
Por otra parte, las emisiones de CO2 en el proceso de producción de dichas botellas de plástico son muy elevadas, por lo que si las quisiésemos compensar, sería necesario plantar una superficie de árboles tan grande como el Reino Unido.
Si nos centramos en España, el 50% del plástico que se recoge va a los vertederos, teniendo en cuenta que una botella tarda más de 1.000 años en degradarse y que la lluvia arrastra los químicos tóxicos al suelo, estamos realizando acciones realmente perjudiciales para el medio ambiente, así como para nuestra salud. Por otra parte, aunque las plantas incineradoras producen calor, vapor y electricidad, traen como consecuencia la contaminación ambiental.
Fuente: Eco Circular,
Artículo de referencia: http://eco-circular.com/2018/09/14/el-gran-problema-del-agua-embotellada/,