Morán hacía estas declaraciones con motivo de la celebración, el próximo sábado 22 de marzo, del Día Mundial del Agua, que este año tiene como hilo conductor la estrecha conexión que existe entre Agua y Energía, y de la difusión desde el PSOE de un manifiesto que, entre otras cuestiones, señala precisamente esta obligación de la Unión Europea de garantizar los Derechos al agua y a la energía al conjunto de sus ciudadanos.
Como asegura el dirigente socialista este compromiso debe ser fundamental ya que "el agua y la energía son básicos para el desarrollo de los territorios y la dignidad de quien los habita. Ningún proyecto de avance social podrá salir adelante sin la disponibilidad de agua o energía".
Ha recordado que son más de 1.300 millones de seres humanos los que no disponen de suministro eléctrico, 768 los que no tienen acceso a agua potable y 2.500 millones los que viven sin saneamiento. "La tremenda marginación social en la que vive una gran parte de la población mundial por la carencia de agua y energía es inadmisible. Hablamos de derechos esenciales e indiscutibles para el desarrollo de cualquier economía por pequeña que sea", afirmó Morán.
En el manifiesto también se reivindica el agua y la energía como bienes públicos que los gobiernos no pueden hurtar al conjunto de los ciudadanos para convertirlo en negocio de unos pocos. Y es que "es el Estado quien debe proteger y amparar esta condición de bien público y en nuestro país el Gobierno del Partido Popular está haciendo todo lo contrario".
Por último Morán ha manifestado que "los socialistas acometeremos las iniciativas legislativas precisas que permitan erradicar la pobreza hídrica y la pobreza energética, implementando tanto la declaración de naciones unidas del derecho humano al agua como la iniciativa legislativa popular europea, e impulsaremos en igual medida el reconocimiento del derecho ciudadano a la energía".
Manifiesto PSOE con motivo de Día Mundial del Agua
– La vida sin agua, o la vida sin energía, son inviables en el Planeta. Ese ha de ser el primer gran objetivo global. Garantizar los ciclos ecológicos del agua y la renovación de las fuentes energéticas, evitando la deriva creciente del Cambio Climático. No es la sostenibilidad ambiental la que debe quedar condicionada a la disponibilidad de recursos económicos, sino que bien al contrario los límites de la acción económica no deben sobrepasar nunca la capacidad de reposición ecológica.
– Una vez que el agua ha sido reconocida como un derecho humano, y la energía debe ser considerada como un derecho ciudadano indiscutible, la UE tiene la obligación de garantizar ambos derechos al conjunto de los ciudadanos europeos. Este reto forma parte del compromiso de los socialistas en las próximas elecciones al Parlamento Europeo; la erradicación de la exclusión energética e hídrica está en el núcleo mismo de nuestra guerra sin cuartel contra la pobreza.
– Agua y energía son bienes públicos, en tanto que son recursos naturales que ningún gobierno debería poder hurtar al conjunto de los ciudadanos para convertirlos en el negocio de unos pocos, y a un tiempo son bases indispensables para sustentar el desarrollo de cualquier economía. Europa debe consolidar una legislación común que garantice la titularidad pública del agua y de la energía.