Para ello, el Plan prevé fortalecer la institucionalidad y mejorar las capacidades del Estado. Además, promueve la redistribución equitativa de los caudales desde un enfoque de derecho para garantizar la calidad y cantidad de agua para riego, y así ejercer la rectoría, planificación, regulación; y seguimiento de la gestión integral del riego y drenaje a nivel nacional.
Objetivos:
1. Ampliar la cobertura y mejorar la eficiencia social económica y ambiental de todos los sistemas de riego
2. Fortalecer a los grupos de regantes para asumir la cogestión y gestión de los sistemas de riego y drenaje de manera sostenible y eficiente
3. Fortalecer la institucionalidad y mejorar las capacidades del Estado para impulsar la política integral del riego y drenaje, en el marco del proceso de desconcentración y descentralización
4. Promover un proceso sostenido de reorganización y redistribución de caudales que asegure un acceso equitativo al agua de riego
5. Garantizar la calidad y cantidad de agua para riego considerando a las presentes y futuras generaciones
Se estima que hasta el año 2012 existían 942.000 hectáreas regadas. El programa plantea como meta irrigar 1.5 millones de hectáreas, que beneficiará a 420 mil familias, y hasta el 2027, se prevé 1.6 millones de hectáreas con riego que favorecerá a 453 mil familias de agricultores, con un 83% de eficiencia.
El PNRD promueve un proceso colectivo de diálogo y acción conjunta entre todos los actores involucrados en el riego para dar respuesta a los problemas fundamentales del sector.
Por ello, recoge las reflexiones y propuestas realizadas durante los últimos años por los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD’s) provinciales, por los regantes y sus organizaciones, por la ciudadanía y por el conjunto de instancias del sector público que tienen competencias en el tema.
Este Plan prioriza a sectores sociales que históricamente se han mantenido postergados: los pequeños y medianos productores, que son quienes garantizan la soberanía alimentaria del país, sin que ello signifique el abandono de sectores agroexportadores, que son fundamentales para la economía.
Dentro del ámbito del riego y drenaje, a nivel nacional le corresponde a la Subsecretaría de Riego y Drenaje ejercer las facultades de rectoría nacional, planificación, regulación y control. Además, debe realizar la gestión de los sistemas de riego binacionales, multipropósito y transitoriamente de los interprovinciales. También lo que corresponde a la investigación, fortalecimiento organizacional y gestión de información.
A la Secretaría Nacional del Agua (SENAGUA )y al Ministerio del Ambiente (MAE) les compete la emisión de la normativas que asegure la calidad del agua para riego, además de vigilar el cumplimiento de la normativa ambiental. Al MAE el licenciamiento ambiental de proyectos.
La SENAGUA otorgará los permisos de aprovechamiento de agua para riego, la elaboración, seguimiento y evaluación, del Plan Nacional de Recursos Hídricos. Se conformará un Consejo Consultivo que representará una veerduría social.
Respecto al riego comunitario, el Plan Nacional de Riego y Drenaje plantea intervenir en 1.085 sistemas que cubrirá entre el el 40% y el 50% de la totalidad de los sistemas comunitarios existentes, lo que incrementará el área bajo riego en 72.738 ha.
En proyectos de drenaje agrícola se aspira atender 64.000 ha. Lo que permitirá el aprovechamiento de las superficie para producción agrícola.