Arias Cañete ha destacado que “el objetivo prioritario de la política del Gobierno en materia de gestión del agua es garantizar el suministro de agua en cantidad y calidad suficiente en todo el territorio nacional, y este objetivo lo tenemos que acometer de acuerdo con la legislación comunitaria”.
En respuesta a una interpelación en el Congreso de Carlos Salvador (UPN), sobre la “Política del Gobierno en materia de gestión del agua, especialmente en cuanto a sus planes y compromisos referidos a Navarra”, Arias Cañete ha recordado que la normativa comunitaria prevé que la gestión del agua se realice a través de un proceso de planificación por demarcaciones hidrográficas, que se ajuste a las prescripciones establecidas por la Directiva Marco del Agua.
El ministro ha explicado que el cumplimiento de este objetivo exige que esta planificación incorpore “la prevención y adaptación a los fenómenos meteorológicos extremos, elaborando planes de prevención contra inundaciones y promoviendo un uso eficiente del recurso mediante nuevas técnicas como la reutilización para épocas de sequía”. A su juicio, el cumplimiento de estos objetivos exige una gestión eficaz de los recursos presupuestarios para atender las actuaciones necesarias.
Planificación hidrológica
Sobre el estado del desarrollo de la planificación hidrológica, ha manifestado que en 2009 deberían haber estado aprobados todos los Planes Hidrológicos de demarcación, pero de los 25 Planes de cuenca solo se aprobó uno.
Desde entonces, los avances logrados “no tienen precedentes”. “Hemos impulsado diez nuevos Planes de cuenca. Cuatro aprobados por Real Decreto: los de Galicia costa, Tinto-Odiel, Guadalete Barbate y Cuencas mediterráneas andaluzas y seis, en su última fase de tramitación tras el informe favorable del Consejo Nacional del Agua: Miño-Sil, Duero, Guadalquivir, Guadiana, Cantábrico Occidental y Cantábrico Oriental”, ha manifestado.
Del resto, ha explicado el ministro, solo cuatro corresponden a demarcaciones intercomunitarias.
En materia de depuración de aguas residuales, Arias Cañete ha dicho que durante 2012 se han licitado 40 contratos correspondientes por un total de 300 millones; y de estos “ya se han adjudicado contratos por valor de 143 millones. Asimismo, el ministro ha avanzado que el Ministerio está finalizando el Plan Nacional de Reutilización de Aguas.
Por otro lado, ha dicho que el Gobierno hace “importantes esfuerzos para mejorar la gestión de situaciones extremas a través de una serie de actuaciones: limpieza de cauces; elaboración de nuevos mapas de zonas inundables; restauración de ríos; elaboración de planes de sequía y el desarrollo de normas técnicas de seguridad de presas, junto con el reforzamiento de las tareas de mantenimiento y conservación de infraestructuras”.
Navarra
El ministro ha anunciado el Gobierno va a invertir en 2013 en la Comunidad cerca de 25 millones de euros, a los que hay que añadir los 10 millones previstos para estabilizar las laderas de la presa de Yesa. De éstos, 8,5 millones corresponden a la ampliación de la primera fase del Canal de Navarra para la construcción del ramal Arga- Ega, con una longitud de más de 21 kilómetros y cuya finalidad es la puesta en riego de 15.275 hectáreas ubicadas en las riberas de los dos ríos.
Por lo que respecta a los 10 millones de euros de las obras de emergencia de la presa de Yesa, el ministro ha explicado que esta obra, aprobada el 21 de diciembre del pasado año con carácter de emergencia, contemplaba una serie de actuaciones destinadas a disminuir el peso de la zona superior de la ladera, la ejecución de muros de hormigón armado y la ejecución de anclajes en determinadas zonas de la ladera para estabilizar el embalse.
Balance de daños
El ministro ha explicado que “es muy pronto para hacer un balance definitivo de las pérdidas provocadas por el agua y para detallar las medidas que desde el Gobierno se van a adoptar para paliar los daños”. A falta de datos concretos, el ministro ha avanzado que en el tramo medio del Ebro, las inundaciones han tenido especial incidencia en Navarra y Aragón. “Las consecuencias del temporal han sido campos anegados, cosechas perdidas y cerca de 15.000 hectáreas afectadas en Navarra y en Aragón, según las primeras estimaciones”, ha explicado.